Neurodivergencia
Neurodivergencia: qué es, síntomas, diagnóstico, tipos y tratamiento
El desarrollo neurológico de las personas neurodivergentes difiere del que se presenta en la mayor parte de la población. En este análisis en detalle hablaremos de la diferencia entre neurodivergencia y neurodiversidad, y trataremos de responder a algunas preguntas como: quién puede hacer un diagnóstico, cuáles son las herramientas que se utilizan, cuáles son los tipos principales de neurodivergencia y las opciones de tratamiento que existen.
Qué es la neurodivergencia
¿Qué significa ser una persona neurodivergente? Tanto en el CIE-11 como en el DSM-5, la neurodivergencia se clasifica como un trastorno del neurodesarrollo. El significado del término neurodivergencia es “neurológicamente divergente de lo típico” y describe a la persona con un funcionamiento neurológico diferente a la norma (entendida como un conjunto de características que se asumen como típicas de un determinado fenómeno). El término fue acuñado por el activista Kassiane Asasumasu, como una herramienta de inclusión, en contraposición a la dicotomía normal-patológico.
La neurodivergencia es un término que describe la condición de atipicidad neurológica. En cambio, el término neurodiversidad hace referencia a la variabilidad que existe entre los cerebros de todos los seres humanos, es decir, al conjunto de características diferentes que constituyen el funcionamiento neurobiológico de cada individuo.
Características de la neurodivergencia
¿Cómo es posible identificar un funcionamiento neurodivergente? Partiendo de la base que se habla de funcionamiento y no solo de “síntomas” discretos, no es precisamente simple reconocerlo en uno mismo. De hecho, hablar de neurodiversidad y “síntomas” no es el modo más adecuado para identificar las características del funcionamiento divergente.
Sin embargo, cuando se leen comentarios o ejemplos sobre el funcionamiento neurodivergente, es posible que uno pueda verse reconocido en algunas características que otras personas pueden haber (mal)interpretado como defectos, aristas del carácter o comportamientos deliberadamente molestos o incomprensibles.
Evaluación y diagnóstico del funcionamiento neurodivergente
Para entender el funcionamiento cognitivo de una persona e identificar posibles variaciones neuropsicológicas en las funciones cognitivas que puedan comprometer la calidad de vida, existe la posibilidad de someterse a una evaluación neuropsicológica. Alternativamente, también es posible realizar una valoración clínica específica, cuyo objetivo es el de comprender la influencia de estas características en el funcionamiento del individuo y la evaluación del malestar psíquico que puede conllevar.
Los diversos tipos de neurodivergencia no se pueden evaluar y diagnosticar únicamente mediante cuestionarios, test neuropsicológicos o técnicas de diagnóstico por imagen, dado que estamos hablando del funcionamiento en toda su complejidad.
Los tipos de neurodivergencia
El término neurodivergencia abarca todos los modos coherentes y estructurados en los que el cerebro funciona de forma diferente respecto a la norma, como pueden ser el TDAH, el autismo, la superdotación y los trastornos del aprendizaje.
Una cuestión que es sujeto de debate dentro del paradigma de la neurodiversidad es si condiciones como el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno límite de la personalidad, los trastornos de ansiedad y la depresión se pueden considerar como una neurodivergencia y cuáles lo son. Hay quien sostiene que:
- partiendo de la base que no derivan directamente de condiciones neurológicas específicas, no se pueden considerar una neurodivergencia,
- dentro de un movimiento que tiene como objetivo la inclusión y la emancipación de una visión patologizante del funcionamiento individual, no se puede reivindicar el derecho a excluir a quienes se identifican con un cierto modo de funcionamiento.
Tratamiento de la neurodivergencia
El tratamiento debería ser un recorrido de autoafirmación del individuo en el que se cuidan aquellos aspectos que provocan sufrimiento. Algunos de estos pueden complementarse con un tratamiento farmacológico adecuado que ayude a la persona a sobrellevar los retos que un mundo pensado para personas neurotípicas le exige afrontar.
Es posible que, durante años, las características neurodivergentes se vivan como defectos u objeto de críticas, especialmente cuando el diagnóstico se realiza en la edad adulta, porque las otras personas no las comprenden. En un encuadre terapéutico, es posible identificar estos aspectos, comprenderlos y controlarlos al máximo.
Una intervención integradora centrada en la persona y sus necesidades proporciona una valiosa oportunidad para liberarse y poder vivir en el mundo con plenitud y conciencia, lo cual permite salir de un esquema que hace que no reflejar el modelo neurotípico pueda ser una fuente de vergüenza o sensación de inadecuación.
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