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El body positive y el body neutrality: ¿qué enfoque adoptamos respecto a nuestro cuerpo?

El body positive y el body neutrality: ¿qué enfoque adoptamos respecto a nuestro cuerpo?
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Enrico Reatini
Redacción
Psicólogo con orientación Cognitivo-Conductual
Unobravo
PUBLICADO EL
9.9.2024

Durante los últimos años, el tema de la imagen corporal ha ocupado un espacio bastante central dentro del debate psicológico, que refleja la creciente concienciación sobre el impacto que esta tiene en el bienestar individual.

En este sentido, un metaanálisis realizado en 2021 por un equipo internacional liderado por Jake Linardon, de la Deakin University, demuestra que la “flexibilidad de la imagen corporal”, es decir la capacidad de aceptar nuestros pensamientos y sentimientos sobre el cuerpo sin intentar cambiarlos, está relacionada con numerosos procesos psicológicos adaptativos. Esto supone un factor protector en lo que respecta a los trastornos alimentarios, entre otras cosas.

La investigación hizo un cribado de 62 estudios publicados durante los años precedentes y demostró que una mayor flexibilidad de la imagen corporal está asociada a una menor probabilidad de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria y menos posibilidades de tener problemas de salud mental, además de estar asociada a niveles más altos de bienestar psicológico.

En este contexto, los movimientos sociales como el body positive o body positivity, que existe desde hace tiempo, y enfoques más recientes como el body neutrality, cada vez captan más la atención de la gente.

Estos movimientos sociales, aun presentando algunas diferencias y diversos puntos críticos, tienen como objetivo crear una sociedad más inclusiva y respetuosa, en la que la gente pueda desarrollar una relación más sana con su cuerpo.

Qué es el body positivity y el body neutrality
Foto de Shvetsa (Pexels)

Body positive y body neutrality: la imagen corporal y los movimientos sociales

¿Qué es el body positive? Como hemos mencionado anteriormente, con el término body positive no nos referimos a una construcción teórica específica, sino a un movimiento social cuya historia no es lineal, pero está bien definida.

En los años 60 y 70 del siglo pasado, como respuesta a la creciente presión social y mediática que estigmatizaba a las personas con sobrepeso, en Estados Unidos nació el Fat Acceptance Movement.

De este movimiento cobró vida, en 1969, la National Association to Advance Fat Acceptance (NAAFA), una organización que luchaba contra la discriminación basada en el peso.

En los años 90 y 2000, el movimiento empezó a evolucionar, abriéndose más hacia la aceptación y la apreciación de todos los cuerpos, independientemente del motivo por el que estos fueran despreciados o estuvieran infrarrepresentados.

Durante este período, el término “body positivity” empezó a usarse con más frecuencia y a ganar influencia en el mundo de la moda, del entretenimiento y de las redes sociales.

Actualmente, el movimiento body positive ha ampliado su campo de acción y promueve valores como la aceptación y la apreciación de todo tipo de cuerpos, con el objetivo de construir una cultura en la que las personas puedan sentirse seguras y orgullosas de su aspecto, sin tener que ajustarse a normas externas.

Recientemente, un análisis propuesto por Cohen et al. para la revista especializada Body Image ha examinado 640 publicaciones de Instagram de cuentas verificadas de influencers del movimiento body positive.

Este análisis muestra que:

  • las publicaciones presentes en los perfiles body positive suelen contener imágenes de personas con rasgos o tamaños corporales que suelen estar infrarrepresentados en las cuentas tradicionales; y
  • que existe una importante coherencia entre los objetivos que propone el movimiento y sus acciones, lo cual también nos da pistas sobre la utilidad de este tipo de perfiles.

Body neutrality vs body positivity: diferencias

Sin embargo, la moneda siempre tiene dos caras y el body positive a veces puede añadir una presión adicional con respecto al imperativo de tener que amar constantemente nuestro cuerpo.

Como consecuencia, durante la última década, un nuevo movimiento social definido como “body neutrality” ha ido tomando cada vez más forma.

Este movimiento se centra en la aceptación del cuerpo por sus capacidades y funciones, desvinculándose de la idea de que sea necesario amarse a uno mismo o felicitarse.

De hecho, mientras el objetivo del body positive es el amor hacia nuestro propio físico, el body neutrality ofrece una manera más realista de vivir en paz con nuestro cuerpo, mediante el reconocimiento y la aceptación de su funcionalidad.

El impacto psicológico del body positive: de los posibles beneficios a las críticas

El body positive es un movimiento muy influyente que está cambiando el modo en el que la sociedad percibe la belleza y la aceptación del cuerpo. Durante los últimos años, el movimiento ha ganado popularidad en las redes sociales, lo cual ha suscitado tanto elogios como críticas, hasta el punto de considerarse una verdadera moda.

Heleen van der Tuuk, de la Tilburg University, subraya las posibles ventajas y desventajas del body positive como tendencia social.

Según las investigaciones, aunque existe la posibilidad de que la exposición a imágenes de body positivity conlleve diversos beneficios, como la mejora de la autoestima, esta también puede, paradójicamente, empujar a algunas personas a objetivar aún más su cuerpo.

Algunos análisis como el que acabamos de mencionar han demostrado lo complejo que puede resultar cuantificar y calificar el impacto de un movimiento social tan popular con base en una variable psicológica.

Por lo tanto, ante un tema tan dividido, no es sorprendente que, por un lado, algunos estudios afirmen que el movimiento body positive tiene un impacto positivo, mientras que otros se concentran predominantemente en sus importantes puntos críticos.

Por ejemplo, un estudio realizado por Vendemia y Robinson en 2022 demostró que animar a la gente a valorar y aceptar sus cuerpos sin ceñirse a estándares estéticos poco realistas puede mejorar la autoestima y disminuir los sentimientos de inseguridad e inadecuación.

En cambio, en un análisis de literatura realizado por Tylka y Wood-Barcalow en 2015 se enfatiza el valor protector de la aceptación corporal. De hecho, las personas que practican el body positivity tienen menor probabilidad de sufrir trastornos alimentarios y adoptar comportamientos alimentarios nocivos.

Por último, un estudio exploratorio publicado en Sex Roles desvela que la exposición a imágenes realistas de cuerpos en los medios está asociada a una mayor satisfacción corporal y a una percepción más positiva de nuestro propio cuerpo.

Sin embargo, al mismo tiempo, otros estudios, como el realizado por Legault y Sago en 2022, consideran que, a pesar de sus méritos, el movimiento body positive puede crear nuevas formas de presión psicológica.

Entre ellas, la de tener que experimentar siempre sentimientos positivos con respecto a nuestro cuerpo. Este efecto, que representa una de las críticas más generalizadas entre los detractores del body positivity, puede resultar problemático para la gente que lidia con problemas de imagen corporal y a la cual le resulta difícil quererse de forma incondicional.

De hecho, desde el punto de vista cognitivo, este ideal corre el riesgo de reforzar la idea ilógica de que exista una correlación directa entre el modo en el que nos vemos frente al espejo y la felicidad.

También se critica al body positive por el riesgo de minimizar o ignorar problemas de salud relacionados con el peso y la obesidad. En 2020, el experto en enfermedades cardiovasculares Mc Worther expresó su preocupación con respecto al hecho de que el movimiento pudiera influir negativamente en cómo se perciben las intervenciones médicas y de salud pública necesarias para hacer frente a la obesidad.

El impacto psicológico del movimiento social body positive
Foto de Polina Tankilevitch (Pexels)

Body positive y body shaming: la dinámica del grupo nos protege

A pesar de las críticas, el body positive tiene el grandísimo mérito de representar un bastión esencial en la lucha contra el body shaming.

El body shaming, o la práctica de criticar o ridiculizar a alguien por su aspecto físico, puede tener graves consecuencias psicológicas, como la baja autoestima, la depresión y los trastornos alimentarios.

Un artículo de 2022, publicado en el International Journal of Academic Research in Business and Social Sciences, revela que los adolescentes víctimas de body shaming son más propensos a desarrollar síntomas depresivos y problemas de autoestima.

Asimismo, el body shaming perpetúa estereotipos negativos y contribuye a la discriminación basada en el aspecto físico, lo que influye negativamente en las oportunidades sociales, educativas y laborales de las víctimas.

De hecho, un estudio publicado en el International Journal Of Community Medicine And Public Health advierte de que el body shaming influye de manera directa en la percepción social y en las oportunidades económicas de las víctimas.

En este contexto, la lucha constante del body positive para que se proteja el derecho humano de poder sentirnos orgullosos de nuestro propio cuerpo puede garantizar un impacto positivo y directo en la sociedad, y en este problema generalizado. Sin embargo, aunque se trata de una posible respuesta a esta emergencia, no es la única posibilidad.

La respuesta del body neutrality

El movimiento body neutrality cada vez acapara más atención como alternativa al body positivity.

Un estudio de 2024 publicado en Body Image demuestra que las personas que practican el body neutrality afirman sentir una mayor satisfacción con respecto a su cuerpo, en comparación con las que intentan mantener una actitud constantemente positiva hacia su propio aspecto.

De hecho, el body neutrality nos invita a desplazar la atención del aspecto físico del cuerpo hacia aquello que el cuerpo puede hacer y cómo nos hace sentir, lo que reduce la importancia del aspecto físico dentro de la definición del valor personal.

Mantener una actitud neutra hacia el cuerpo no solo resulta menos estresante para quien lo pone en práctica, sino que también mantiene muchas de las ventajas obtenidas a través de la actitud body positive.

Un estudio precedente, publicado en Body Image en 2023, muestra que practicar el body neutrality puede reducir la ansiedad asociada al aspecto físico y disminuir la obsesión por el cuerpo. Al mismo tiempo, la investigación citada anteriormente de Tylka y Wood-Barcalow (2015) muestra que, en un grupo experimental, la adopción de una actitud neutra hacia el cuerpo está asociada a niveles más altos de autoestima.

No obstante, el body neutrality presenta un enorme punto crítico. Efectivamente, requiere de un alto nivel de aceptación del cuerpo que puede ser difícil de alcanzar sin el apoyo psicológico adecuado. De este modo, la actitud neutra corre el riesgo de ser poco viable precisamente para las personas para las cuales es más recomendable practicarlo.

En este sentido, es importante subrayar una vez más que el body positive y el body neutrality son movimientos sociales, con todas las ventajas y las limitaciones que esto conlleva.

Ambos son fundamentales para transmitir mensajes positivos, pero es esencial acercarse a sus contenidos de manera consciente. De hecho, estos movimientos no se pueden considerar como una respuesta adecuada y suficiente para hacer frente a problemas individuales relacionados con la imagen corporal.

El impacto de los movimientos body positive y body neutrality
Foto de Jennifer Enujiugha (Pexels)

Body positivity y body neutrality: historias modelo

Independientemente de la corriente de referencia, las películas y los libros han desempeñado y siguen desempeñando un papel crucial en la difusión de mensajes de aceptación del cuerpo. 

Un estudio realizado por Hefner et al. para Media Psychology demuestra que la exposición a diversos tipos de representación corporal en la televisión puede influir en la autoestima y la satisfacción de los espectadores.

De hecho, las historias que se cuentan a través de estos medios tienen el poder de influir negativa o positivamente en la percepción que el público tiene del cuerpo y de la autoestima.

Con esto en mente, a continuación presentamos una breve selección de obras que, al estar libres de ideas preconcebidas, reflejan y promueven valores de aceptación de nuestra singularidad.

El cine y la aceptación del cuerpo

Algunas películas que promueven el body positive son:

Pequeña Miss Sunshine (2006). Dirigida por Jonathan Dayton y Valerie Faris, es una comedia dramática que cuenta la historia de una familia que está de viaje por Estados Unidos para llevar a la joven Olive a un concurso de belleza para niños. La película contiene mensajes contundentes sobre el body positive y critica los estándares de belleza impuestos por la sociedad.

El gran Showman (2017). Dirigida por Michael Gracey, esta película musical se ha convertido en un fenómeno cultural no solo por su cautivadora música y sus espectaculares coreografías, sino también por los mensajes de inclusividad y aceptación que transmite. Inspirada en la vida del célebre empresario del circo P.T. Barnum, celebra la diversidad y promueve el body positive a través de personajes únicos y extraordinarios.

La literatura y la aceptación del cuerpo

Más allá de los contenidos online en blogs y redes sociales sobre el body positive, la literatura también trata el tema de forma más o menos directa. Algunos títulos que podemos destacar son:

Hambre: memorias de mi cuerpo de Roxane Gay (2017). Esta autobiografía es una reflexión intensa y sincera de la experiencia personal que la autora tiene con su cuerpo, la comida y la sociedad. El libro ofrece una narración potente que se entrelaza con temas relacionados con la aceptación de uno mismo, y ofrece una visión personal y conmovedora de los problemas asociados a la imagen corporal.

Espejito, espejito. La tiranía de la belleza de Maura Gancitano (2022) que explora cómo se ha convertido en opresivo el concepto de belleza en la actualidad y sugiere formas de replantearlo, para vivir libremente la relación con el cuerpo.

Cerramos la lista con El arte de la alegría de Goliarda Sapienza (1998), un libro que, aún sin tratar de forma directa el tema del body positivity, ofrece un mensaje contundente de libertad, autodeterminación y aceptación de uno mismo que resuena con los principios del movimiento. La historia de la protagonista Modesta explora la vida de una mujer que desafía las normas sociales e intenta vivir con autenticidad, y representa un ejemplo de empoderamiento femenino y de aceptación del cuerpo.

Bibliografía

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  • Tylka, T. L., & Wood-Barcalow, N. L. (2015). What is and what is not positive body image? Conceptual foundations and construct definition. Body image, 14, 118-129.
  • Van der Tuuk, H. (2023). The Impact of Body Positivity on Self-Compassion: Exploring the Mediating Role of Self-Objectification.
  • Vendemia, M. A., & Robinson, M. J. (2022). Promoting body positivity through stories: How protagonist body size and esteem influence readers’ self-concepts. Body Image, 42, 315-326.

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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