Jean-Louis Roubira, psiquiatra infantil, recortaba imágenes de revistas y las utilizaba durante sus sesiones de terapia sobre las relaciones madre e hijo. Fue así, como en 2002 decidió crear un juego de mesa inspirado en su propia práctica clínica. Hablamos del juego de cartas Dixit en terapia.
Cómo jugar a Dixit
Dixit es un juego de mesa en el que las personas que juegan tratan de adivinar la carta de otro jugador basándose en una sola pista.
En cada ronda, una de las personas jugadoras adquiere el rol de cuentacuentos y, de las 6 cartas que tiene en mano, elige una carta y en voz alta dice una frase que la defina. Entonces, coloca boca abajo la carta en la mesa. El resto de jugadores deberá buscar entre sus cartas aquella que se corresponda lo máximo posible con la frase del cuentacuentos y la pone también boca abajo. Cuando todos los jugadores han colocado su carta, se baraja y el objetivo es encontrar qué imagen de todas es la del cuentacuentos.
Las cartas Dixit en terapia
Este juego es extraordinariamente sencillo pero a la vez complejo, como la mente de cada persona. Es precisamente esta característica la que proporciona una valiosa ayuda en el proceso de tratamiento psicológico. Las ilustraciones de las cartas Dixit son un poderoso medio de comunicación directo con el inconsciente del paciente. ¿Cómo logran las imágenes una tarea tan ardua?
El uso de imágenes en terapia
El uso de imágenes en terapia no es ciertamente nuevo. Basta recordar el famoso test de Rorschach, diez láminas que representan "manchas" capaces de producir todo tipo de fantasías en quien las examina, ya que se trata de imágenes no estructuradas. Son figuras que no se prestan a una sola interpretación, al contrario, se prestan a varias porque no retratan nada calcado de la realidad a la que estamos acostumbrados.
El test de Rorschach ha sido validado científicamente, lo que significa que cada respuesta posible se ha correlacionado estadísticamente con un rasgo de la personalidad. En este caso, la tarea del psicólogo o psicóloga consiste en recopilar las declaraciones del paciente y traducirlas en un diagnóstico según indicaciones específicas.
Las cartas Dixit en psicología explotan un mecanismo similar. No pueden calificarse de "imágenes desestructuradas", ya que muestran figuras referibles a la realidad, pero situadas en contextos más propios del mundo onírico que del que nos rodea. Podemos encontrar gatos que consultan bolas de cristal, camas que navegan bajo el agua, castillos que vuelan por los aires y otras situaciones de carácter fantástico.
Psicología con Dixit: ¿jugamos durante la sesión?
El objetivo principal del juego es crear historias para ganar puntos, mientras que en el caso de la terapia el objetivo será ganar ideas, percepciones.
El procedimiento es similar a la interpretación de los sueños, desde el punto de vista analítico, según el cual los sueños se consideran una vía directa de comunicación entre el inconsciente y el consciente. Sin embargo, esta información siempre llega "disfrazada", a través de metáforas y en un lenguaje altamente simbólico.
Entender qué significa realmente un sueño es una tarea compleja en la que el psicólogo ayuda al paciente a razonar qué significado tienen para él esas imágenes nocturnas. A través de esta búsqueda de significados es posible aprender nuevas perspectivas para examinar las situaciones cotidianas.
Cómo funciona Dixit en psicología
Con las cartas Dixit el proceso es inverso. En lugar de partir de las imágenes para extrapolar el significado, paciente-psicólogo deciden conjuntamente el tema a trabajar (por ejemplo, la ansiedad que experimenta el paciente durante una determinada situación o un malestar generalizado) y empiezan a utilizar las cartas en lugar de las palabras.
El paciente se enfrenta así a una situación que no puede relacionar con lo que ya conoce y debe dejar de lado la racionalidad para confiar en otra cosa, algo más instintivo. En otras palabras, tiene que confiar en el inconsciente.
Una narración inconsciente
El paciente elige "instintivamente" la carta que mejor representa el tema elegido y comienza a analizarla junto con el psicólogo. Esta fase no se limitará simplemente a la descripción de lo que se representa en relación con las experiencias del paciente, sino que también puede conducir a la construcción de una historia real y, tal vez, a la inclusión de otras cartas. En cierto sentido, es como si se produjera un proceso de "construcción" de un sueño del que luego se pudiera partir en busca de nuevos significados.
Las palabras que nunca han sido capaces de describir esa emoción concreta son sustituidas por imágenes que, en cambio, sí lo consiguen. De este modo, el paciente sentirá que es capaz de expresar su malestar de un modo más eficaz y satisfactorio y podrá, junto con el psicólogo, lanzarse al descubrimiento de esa emoción que, tal vez, durante mucho tiempo no tenía nombre pero sí, al menos, apariencia.