El sexo, las relaciones, la comida, las experiencias sensoriales: normalmente estos elementos son fuente de placer para todos. A veces, sin embargo, las experiencias que vivimos no nos producen satisfacción o plenitud.
¿Por qué ocurre esto y cuándo podemos considerar esta falta de plenitud dentro de un marco patológico? Lo averiguamos en este artículo dedicado a la anhedonia, en el que profundizamos en su significado, síntomas y posibles curas.
El significado de la anhedonia
Para intentar comprender mejor qué es la anhedonia, empecemos por su etimología, que procede del griego an 'no' y hedone 'placer'. La definición de anhedonia que nos da la RAE es la siguiente: " Incapacidad para sentir placer".
El significado médico de anhedonia deriva de las teorías del psicólogo Théodule-Armand Ribot, que la definió como "la incapacidad patológica de percibir placer en cualquiera de sus formas". Hablamos de anhedonia como enfermedad porque se encuentra en muchas afecciones médicas:
- en el hipotiroidismo
- en la enfermedad de Parkinson o al inicio de otros cuadros neurodegenerativos
- en trastornos como la depresión, la psicosis, los trastornos de la personalidad, el trastorno de estrés postraumático, etc.
Anhedonia cerebral: procesos neurobiológicos y neuropsicológicos
Hasta la fecha, no se conocen bien los mecanismos subyacentes a la anhedonia. Parece estar relacionada con una disfunción dopaminérgica y su vínculo con factores genéticos, culturales, sociales y ambientales.
El placer activa procesos neurológicos y químicos relacionados con la recompensa, que en la persona con anhedonia son deficientes debido a interferencias en los mecanismos neuronales. Un estudio ha demostrado cómo la anhedonia, junto con el aumento de la reactividad al estrés, es el elemento más importante para alzarse con el papel de endofenotipo psicopatológico de la depresión mayor.
Diferencias entre abulia, apatía y anhedonia
La definición de anhedonia del DSM-5 es "disminución del interés o placer en respuesta a estímulos percibidos previamente como gratificantes en una fase premórbida". Pero, ¿cuáles son las diferencias entre anhedonia y apatía y entre anhedonia y abulia?
La apatía se define como la pérdida o reducción de la motivación en comparación con un estado previo, asociada a una alteración:
- del comportamiento dirigido a objetivos
- de las funciones cognitivas
- de la emocionalidad.
En otras palabras, las personas apáticas tienen dificultades para adoptar nuevos comportamientos y carecen de iniciativa.
La abulia representa la incapacidad para tomar decisiones, para iniciar o llevar a cabo una acción aunque ésta sea deseada, en relación con acontecimientos cotidianos y aparentemente triviales.
La anhedonia, en cambio, como hemos visto, es una reducción marcada y persistente del interés o el placer en la mayoría de las actividades de la vida diaria.
No confundir tampoco anhedonia con alexitimia, pues mientras la primera se refiere a la incapacidad de sentir placer, la segunda describe la dificultad para identificar y expresar emociones.
Anhedonia: cómo reconocerla y cuáles son sus posibles causas
La anhedonia afecta a la voluntad de una persona, pero también a su carácter y, en general, a su salud mental. Para algunas personas, se trata de una afección o un estado psicopatológico "discreto", mientras que para otras es un rasgo de la personalidad.
Puede limitar la energía y aplanar ciertas emociones, llegando incluso a minar las actividades cotidianas. ¿Cómo saber si se padece anhedonia? Algunos de los síntomas de la anhedonia son:
- ira e irritabilidad
- melancolía, aburrimiento y tristeza
- indiferencia ante lo que ocurre a su alrededor
- tendencia al aislamiento.
Según su definición científica, la anhedonia es un síntoma presente en ciertos trastornos mentales como: distimia, ciclotimia, trastorno bordeline, trastorno bipolar, además de los ya mencionados.
Anhedonia y depresión
Las principales diferencias entre la anhedonia y la depresión residen en que puede ser un síntoma del trastorno depresivo y en que la anhedonia puede darse sin depresión.
En el caso de pacientes deprimidos con anhedonia, las personas experimentan una falta de placer o interés por actividades que antes consideraban gratificantes (incluida la falta de apetito sexual). Quienes padecen depresión anhedónica también pueden experimentar una pérdida de interés por la vida social y un sentimiento de desvinculación del mundo.
La anhedonia está presente en muchos tipos de depresión, pero en la depresión atípica se manifiesta de una manera particular. De hecho, el estado de ánimo puede elevarse en respuesta a acontecimientos positivos o volverse eutímico, incluso durante períodos prolongados. Por lo tanto, la capacidad de sentir placer no se pierde por completo en la depresión con rasgos atípicos.
La anhedonia, cuando es un síntoma de depresión (algo que puede evaluarse con un test de depresión), puede tratarse con psicofármacos y psicoterapia, que pueden ayudar a comprender las causas del problema y a desarrollar nuevas estrategias para afrontarlo. Las intervenciones de terapia con animales domésticos en combinación con psicoterapia también pueden ayudar.
Anhedonia y envejecimiento en pacientes con depresión
La anhedonia puede tener un impacto significativo en pacientes ancianos con depresión, y este tema es de especial interés en el campo de la psicogeriatría, que se enfoca en la salud mental de las personas mayores. El envejecimiento por sí solo no causa necesariamente anhedonia, pero es un factor importante a tener en cuenta ya que las personas mayores pueden enfrentarse a una serie de retos que podrían contribuir a la aparición o empeoramiento de la anhedonia.
Hay varios factores de riesgo que pueden influir en la anhedonia en pacientes ancianos con anhedonia y depresión:
- función física reducida
- soledad y aislamiento social
- acontecimientos vitales estresantes como la pérdida de independencia
- jubilación
- enfermedad o duelo
- condiciones médicas como la presencia de dolor crónico o problemas de salud física.
Anhedonia, ataques de pánico y ansiedad
En momentos de ansiedad intensa o durante un ataque de pánico, el individuo puede experimentar una devaluación de las actividades placenteras y una falta de motivación para participar en ellas. Esta condición puede contribuir a un círculo vicioso en el que la anhedonia alimenta la ansiedad y viceversa.
Las causas de la anhedonia en los trastornos de ansiedad pueden ser complejas y estar influidas por varios factores: la respuesta constante de ansiedad y miedo puede afectar a los niveles de neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina y la dopamina, que están relacionados con el sistema de recompensa y placer.
Además, la anhedonia puede deberse a una concentración excesiva en la propia ansiedad, de modo que la persona se preocupa tanto por los síntomas de ansiedad que pierde el interés por las actividades que solía disfrutar.
Un estudio planteó la hipótesis de que la anhedonia podría explicar por qué la ansiedad se convierte en depresión. De hecho, las personas con ansiedad pueden experimentar gradualmente una disminución del placer por las actividades que les provocan ansiedad, desarrollando finalmente otros síntomas similares a los de la depresión.
Anhedonia y trastornos sexuales
Los trastornos sexuales son muy frecuentes entre las personas que sufren depresión y pueden estar causados por muchos factores, entre ellos la anhedonia. De hecho, la falta de placer o interés en las actividades sexuales puede provocar pérdida del deseo sexual, dificultad para alcanzar el orgasmo o anorgasmia, o incluso una reducción de la intensidad del placer.
Estos síntomas pueden afectar negativamente a la calidad de la vida sexual de una persona y a su vida en pareja. La causa de la anhedonia sexual puede estar relacionada con muchos factores, como la depresión, la ansiedad o el estrés prolongado y la toma de fármacos antidepresivos. Además, ciertos factores físicos como el envejecimiento, las enfermedades crónicas y las lesiones medulares pueden afectar a la función sexual.
Anhedonia social en el autismo
El trastorno del espectro autista (que también incluye el síndrome de Asperger) afecta a la capacidad de las personas para comunicarse, socializar y comportarse. Puede manifestarse de forma diferente de una persona a otra, pero en general se caracteriza por la presencia de dificultades para relacionarse con los demás, junto con comportamientos e intereses restringidos y repetitivos.
La anhedonia es un síntoma que puede estar presente entre las personas con autismo. En estos trastornos se habla de anhedonia social, que se caracteriza por la dificultad para experimentar placer o interés por actividades sociales como quedar con amigos, asistir a fiestas o eventos, hacer nuevas amistades, participar en conversaciones o actividades de grupo.
Anhedonia en el trastorno bipolar
El trastorno bipolar, caracterizado por la alternancia de episodios de manía y depresión, puede causar una amplia gama de síntomas debilitantes, incluida la anhedonia; la anhedonia en el trastorno bipolar es un síntoma clave que puede aparecer tanto durante los periodos de depresión como de manía.
Durante un episodio depresivo, la anhedonia puede dificultar el disfrute de actividades que solían ser placenteras, como la socialización, las aficiones o los intereses personales.
Durante un episodio maníaco, la anhedonia puede manifestarse como una devaluación de actividades que normalmente proporcionaban excitación o placer. Además, en la anhedonia pueden influir factores psicológicos como la incapacidad de sentir alegría debido a síntomas depresivos o manía.
Anhedonia y esquizofrenia
La anhedonia es uno de los síntomas más debilitantes asociados a la esquizofrenia y está relacionada con la evaluación del placer anticipatorio (anhedonia anticipatoria), es decir, el placer que esperamos o prevemos obtener de acontecimientos futuros.
Las investigaciones han demostrado que las personas con esquizofrenia, al ser consultadas sobre actividades o situaciones esperadas como placenteras por la mayoría de la gente (por ejemplo, buena comida, actividades recreativas, interacciones sociales), afirman obtener menos placer de este tipo de actividades que quienes no padecen este trastorno.
Sin embargo, según la investigación de D. E. Gard y su equipo, cuando realmente se les ofrecen actividades placenteras, como ver una película o tomar una bebida deliciosa, el placer que dicen experimentar los individuos con esquizofrenia es igual al de las personas sanas.
Por lo tanto, el déficit de anhedonia en la esquizofrenia parece estar relacionado con el placer anticipatorio y no con la experiencia real del placer experimentado en el aquí y ahora.
Anhedonia y consumo de sustancias
La anhedonia puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de la adicción porque, cuando las personas experimentan una sensación persistente de placer reducido o falta de interés, pueden buscar formas alternativas de obtener gratificación.
Sin embargo, es posible que el abuso de sustancias no solo sea una consecuencia, sino que entre los efectos de las drogas, también puede hallarse la anhedonia. Esto puede conducir a un círculo vicioso en el que la anhedonia alimenta la adicción y la adicción acentúa la anhedonia.
En un estudio, por ejemplo, se observó que el abuso del cannabis aumentaba cuatro veces la probabilidad de tener síntomas depresivos y de experimentar ideación suicida y anhedonia.
Además de la anhedonia por el cannabis, también es posible experimentar anhedonia por la cocaína u otras sustancias, o anhedonia por el juego en el caso de las adicciones comportamentales.
Anhedonia y pruebas diagnósticas
En la actualidad, no existen pruebas diagnósticas específicas para la anhedonia como síntoma aislado, ya que suele incluirse en una evaluación más amplia de los síntomas y trastornos psicológicos.
Sin embargo, existen varias escalas de valoración que pueden utilizarse como herramientas para evaluar la gravedad de la anhedonia y su impacto en la vida diaria. A continuación se enumeran ejemplos de escalas de valoración utilizadas habitualmente:
- Escala de anhedonia de Snaith-Hamilton
- Escala de anhedonia de Chapman
- Escala de anhedonia de Calgary
- Escala de calificación de la anhedonia de Montgomery-Åsberg (MADRS)
- Dimensional Anhedonia Rating Scale (DARS), utilizada en un estudio que investigaba los efectos de la pandemia de Covid-19 en adultos jóvenes.
Los profesionales de la salud mental pueden utilizar estas escalas de valoración como parte de una evaluación exhaustiva de los síntomas y trastornos psicológicos, incluida la anhedonia.
Es importante recordar que la evaluación clínica por parte de un profesional experimentado sigue siendo crucial para un diagnóstico preciso y una evaluación adecuada de la anhedonia.
La voz de los pacientes: testimonios de quienes se enfrentan a la anhedonia
Como profesionales de la salud mental, escuchamos los valientes testimonios de pacientes que han luchado contra una sensación de vacío emocional y han intentado recuperar el placer de vivir.
A través de sus experiencias, algunas de las cuales hablan de desmotivación, aburrimiento, incapacidad para disfrutar, descubrimos cómo la anhedonia puede afectar a todos los aspectos de la vida cotidiana.
Algunos describen la actitud anhedónica como una defensa, que a veces se traduce en un retraimiento social, otros hablan de su estado anhedónico lamentando la desaparición de las emociones positivas que antaño les hacían sonreír.
Estos testimonios nos dan una visión íntima de la realidad de la anhedonia y de cómo puede afectar al bienestar emocional y a la calidad de vida.
Anhedonia: cómo salir de ella
¿Se puede curar la anhedonia? Curar la anhedonia puede llevar tiempo y un tratamiento individualizado que puede incluir psicoterapia y psicofármacos. No existe una solución universal, ya que las causas y experiencias de la anhedonia pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, existen varios enfoques psicoterapéuticos para tratar la anhedonia, como por ejemplo:
- terapia cognitivo-conductual (TCC)
- terapia sistémico-relacional
- terapia integrada
- terapia psicodinámica.
Además, puede ser útil participar en grupos de apoyo, trabajar las habilidades de comunicación y conectar con los demás, ya que puede ayudar a reducir el aislamiento y recuperar el placer en las relaciones interpersonales.
Es importante destacar que la elección de la terapia dependerá de las necesidades individuales y debe discutirse con un profesional de la salud mental. Una evaluación exhaustiva por parte de un profesional experimentado es esencial para determinar la causa subyacente de la anhedonia y desarrollar un plan de tratamiento personalizado.