“Hoy no me levantaría” o “No puedo salir de la cama”, que lance la primera piedra quien no haya pensado esto alguna vez. Hay veces que nos falta motivación y voluntad para hacer algo, pero también hay personas que sienten eso a diario y para todo.
¡Ojo! En ese caso puede que la abulia haya entrado en tu vida. Si es así, quédate a leer este artículo en el que hablamos de la abulia, sus síntomas y cómo combatirla.
Abulia: significado
Según la definición de la RAE, el término abulia significa pasividad, desinterés y falta de voluntad.
El significado de abulia en psicología hace referencia a la falta de motivación y voluntad que siente una persona; esto incluye el nivel conductual (realizar una actividad) así como el nivel cognitivo y conductual (tomar una decisión). Por lo que el término abúlico se suele emplear para describir estados en los que la falta de voluntad y la dificultad para tomar decisiones están muy presentes.
¿Qué es y en qué consiste la abulia?
Las personas que experimentan abulia sienten una apatía extrema, una sensación de vacío que las conduce a la falta de apetito sexual, de ganas de hacer actividades y de fijarse metas a corto o medio plazo.
También existe la apatoabulia, una combinación de abulia y apatía, en la que la persona no solo carece de voluntad para actuar, sino que tampoco experimenta una respuesta emocional ante estímulos que antes le generaban interés o emoción.
Hipobulia e hiperbulia
Puede que también hayas escuchado hablar de la hipobulia, que en realidad es un grado menor de la abulia, y de la hiperbulia (un trastorno de fuerte voluntad, en el que se produce un aumento inadecuado en diversos deseos, así como intentos de realizar actividades a menudo improductivas).
Dentro del espectro de alteraciones de la voluntad, la hipobulia se refiere a una disminución leve de la motivación y la iniciativa, sin llegar a ser tan marcada como en la abulia. Las personas con hipobulia pueden sentir cierta dificultad para iniciar actividades o tomar decisiones, pero aún conservan cierto grado de respuesta ante estímulos externos.
Por otro lado, la hiperbulia es el extremo opuesto: se caracteriza por un aumento excesivo e incontrolado de la voluntad y la impulsividad, lo que puede llevar a la persona a involucrarse en múltiples actividades sin medir las consecuencias de sus acciones. Este estado suele estar presente en algunos trastornos neurológicos y psiquiátricos, como la manía en el trastorno bipolar.
¿Cómo afecta la abulia?
Por ejemplo, la abulia repercute en el ámbito social, ya que la falta de interés o apatía también se da en las interacciones con otras personas. Quienes tienen abulia tienden a tener pensamientos lentos y a comunicarse con frases cortas (en su forma más extrema se da el mutismo). En algunos casos, el comportamiento abúlico puede afectar incluso la toma de decisiones más sencillas o reducir al mínimo la participación en actividades cotidianas.
También hay una falta de movimiento espontáneo y se reduce el tiempo dedicado a actividades, hobbies, etc. La persona siente que cualquier otro día es mejor para hacer lo que sea, ya que hoy no está para tomar ciertas decisiones o tomar acción. Esta actitud abúlica puede llegar a alejar a la persona de sus rutinas y obligaciones diarias sin una causa aparente.
En el ámbito laboral, cuando la persona sufre un estado de estrés y agotamiento crónico, lo que se conoce como síndrome de burnout, también puede experimentar abulia o una falta de energía para ir al trabajo y desempeñar las tareas habituales.
¿Quiere todo esto decir que una persona con abulia no hace nada? No, claro que hacen actividades, pero es como si encendieran un piloto automático y se dejaran llevar. Actúan de manera instintiva o automatizada.
Podemos decir que con la abulia hay una alteración de conducta. Es como si las emociones y los sentimientos estuvieran en pausa, por eso la persona siente apatía extrema y ningún entusiasmo por lo que sucede a su alrededor. Esa sensación de desconexión hace que se sienta mal, tenga sentimientos de culpa, de impotencia y crea que le falta empatía.

Abulia, anhedonia y apatía: diferencias
Entre la apatía, la abulia y la anhedonia existen sutiles diferencias. De hecho, hay quienes definen la apatía como un subtipo de abulia.
Cuando alguien siente apatía carece de ganas o energía para iniciar algo (no tiene iniciativa, le falta la chispa para ponerse en marcha). Sin embargo, una persona con abulia está inmersa en un estado persistente (de mayor o menor gravedad) en el que la capacidad para motivarse, entusiasmarse o ilusionarse por algo ha desaparecido. Siente impotencia para actuar, tomar una decisión o cumplir con un acto, aunque sea deseado.
Por otro lado, está la anhedonia, que es un estado estable, pero reversible, en el que el placer por hacer cosas se ve reducido y la persona siente que algo con lo que antes disfrutaba ahora “ya no es lo mismo”. No hay una falta de voluntad o de iniciativa, sino una falta de disfrute.
Síntomas de la abulia
Los signos y síntomas de la abulia más característicos de quienes la sufren son los siguientes:
- pasividad,
- reducción de las actividades físicas,
- empobrecimiento de las relaciones sociales,
- postergar las tareas y evitar tomar decisiones,
- falta de compromiso,
- falta de apetito,
- pérdida del deseo sexual (o poco deseo),
- cansancio, falta de energía (astenia),
- pérdida de la espontaneidad,
- indecisión y sentimiento de bloqueo mental,
- no inicia actividades o las abandona,
- falta de interés en el autocuidado,
- insomnio o somnolencia,
- apatía.
Tener estos síntomas no quiere decir que tengas sí o sí un problema de salud mental. Todas las personas, dependiendo de las circunstancias y momentos que estén viviendo, pueden manifestar algunos de estos síntomas.
En caso de duda, lo que siempre recomendamos es buscar ayuda psicológica para que un profesional pueda evaluar cada caso de forma personalizada.

Las causas de la abulia
Las causas de la abulia no son del todo conocidas. Parecen ser el resultado de varias condiciones médicas y psiquiátricas:
- Causa biológica por posibles alteraciones neurológicas en el área frontal y los ganglios basales, que son los núcleos implicados en los cambios de motivación.
- Causa ambiental, es decir, que la abulia esté relacionada con las experiencias vitales de la persona a lo largo de su vida y que influyen a la hora de enfrentarse a situaciones. Lo cual, a su vez, afecta a la motivación.
Abulia y trastornos relacionados
¿Es la abulia una enfermedad o un trastorno? La abulia es un síntoma que se puede asociar a un desorden de la voluntad y la motivación, además de ser parte de un complejo de síntomas de trastornos psicológicos, como:
- La depresión. Las personas con depresión están en un estado de desmotivación y desesperanza que acaba dando lugar a no tener ganas de hacer nada y a la abulia. La abulia suele estar presente en varios tipos de depresión.
- El trastorno bipolar. En este trastorno del estado de ánimo hay alternancia de episodios de depresión y de manía o hipomanía. Por lo tanto, en los episodios depresivos la persona puede experimentar abulia.
- El alzheimer. Las personas con este trastorno neurodegenerativo, que afecta la memoria y otras funciones cognitivas, en su estado avanzado puede generar abulia. Esta puede influir en la capacidad de la persona para llevar a cabo tareas cotidianas, por eso algunas personas con abulia abandonan la higiene personal.
- La esquizofrenia. Los síntomas negativos de la esquizofrenia (ya sea esquizofrenia hereditaria o no) suelen implicar ausencia o disminución del funcionamiento normal de la conducta y de la expresión emocional. Todo esto dificulta experimentar placer por las cosas que antes eran placenteras (anhedonia), falta de energía (apatía) y falta de voluntad (abulia), entre otras cosas.

Cómo superar la abulia
¿Cómo se puede tratar la abulia? El tratamiento dependerá de la causa subyacente, por lo que es importante que un profesional de la salud evalúe el caso y determine cómo trabajar la abulia o cómo salir de una depresión que lleva a ella.
A pesar de la falta de voluntad y la desmotivación, es importante realizar actividades e involucrarse en experiencias, aunque resulte difícil ponerse en marcha. En este sentido, existen diversos factores que pueden ser útiles para combatir la abulia, como:
- El apoyo del entorno y el sostén de familiares y amistades es clave ya que la abulia puede conducir a la persona al aislamiento y la soledad.
- La actividad física y el deporte ayudan a aumentar la producción de endorfinas y mejorar el estado anímico.
Asimismo, en lo que respecta al tratamiento psicológico para superar la abulia, algunas opciones pueden ser:
- La terapia ocupacional, que ayuda a la persona a recuperar habilidades y tareas cotidianas.
- La terapia cognitivo-conductual, que facilita cambios en los patrones de pensamiento y comportamiento.
Por otro lado, están los psicofármacos, que pueden ser útiles para tratar la abulia cuando la causa subyacente es una enfermedad neurológica o psiquiátrica, pero siempre deberán tomarse bajo recomendación y supervisión médica.
En Unobravo ofrecemos la primera cita gratuita, así que si crees que necesitas ayuda, no dudes en contactarnos para empezar a mejorar tu bienestar psicológico.