A veces, se confunde la ilusión con el enamoramiento, o con el amor, incluso hay quienes confunden sexo y amor, ¿por qué? Quizás porque no conciban el uno sin el otro. El sexo y el amor están estrechamente relacionados, pero mientras hay quienes creen que no pueden separarse, y que uno no puede existir sin el otro, hay también quienes tienen muy claro que amor y sexo pueden ir perfectamente por separado.
Lo cierto es que pueden ir juntos o por separado. Hay relaciones en las que el sexo y el amor van de la mano, otras relaciones que son simplemente sexuales y otras en las que hay amor y quizás no sexo (asexualidad), o sexo, pero no amor por una de las partes (amor no correspondido) o por ambas. Cada persona, dependiendo del momento y de sus necesidades, es libre de buscar sexo y amor juntos o por separado.
Amor, sexo, física y química
Severo Ochoa ya lo dijo en el siglo XX: «El amor es física y química» ¿Y el sexo? Hay quienes al sexo solo le atribuyen la física, pero en realidad, el sexo y el amor también tienen que ver con las funciones químicas de nuestro cuerpo y la activación de ciertas áreas del cerebro y neurotransmisores específicos como los detallados a continuación:
- Dopamina: influye, por ejemplo, en los estímulos relacionados con la motivación y el placer.
- Serotonina: regula el estado de ánimo, entre otras cosas.
- Noradrenalina: influye, por ejemplo, en los latidos del corazón y la sudoración.
- Endorfinas: regulan la sensación de gratificación y nos ayudan a controlar el estrés.
Deseo
El deseo es otro elemento que contribuye a la sexualidad y al amor. El psicoanalista J. Lacan teoriza el deseo definiéndolo como una pulsión del inconsciente y que, en cierta medida, define nuestra subjetividad.
Por lo tanto, al intentar establecer una diferencia entre el sexo y el amor, no podemos excluir el deseo como elemento presente en ambos aspectos de la vida.
La diferencia entre hacer el amor y tener sexo
Cuando hablamos de hacer el amor y tener sexo giran en torno a ellos algunos conceptos erróneos, derivados en su mayoría de una visión romántica de las relaciones:
- El amor y el erotismo no pueden coexistir.
- En el amor la pasión y el sexo no están tan desarrollados.
- El sexo sin amor es el "verdadero" sexo.
- No se puede tener sexo con amor.
Las relaciones sexuales no surgen siempre por el mismo motivo ni tienen el mismo objetivo.
En torno a la pregunta de cuál es la diferencia entre hacer el amor y tener sexo hay mucho escrito y debatido. En resumen, podríamos decir que se relaciona hacer el amor con el deseo de tener intimidad (algo más allá de lo físico pues implica compartir más cosas, la intimidad es la capacidad de manifestar los sentimientos de amor, ternura, de dar...) mientras que tener sexo va ligado a algo más físico. Tener sexo o una relación sexual es el contacto físico entre dos personas con el objetivo de dar y/o recibir placer sexual.
El caso es que la diferencia puede ser más compleja, ya que dos personas pueden estar juntas y mientras una piensa que está teniendo sexo, la otra considera que está haciendo el amor...y es hay otro elemento en juego: los sentimientos. Mientras que hacer el amor implica que una persona siente un vínculo emocional y tiene sentimientos hacia una persona, para tener sexo basta el deseo físico y satisfacerlo.
Amor, pareja y sexualidad
Una relación amorosa inicia con el enamoramiento, una alta dosis de pasión e implicación física y emocional, pero tras el enamoramiento inicial, luego ese sentimiento evoluciona. El amor presupone una atención a las necesidades del otro que va más allá del placer físico que se puede experimentar a través del sexo.
En una relación amorosa también existe la voluntad de planificar, de hacer evolucionar el vínculo hasta convertirlo en algo estable, duradero y basado en una cierta y sana interdependencia. La dificultad para establecer vínculos profundos y duraderos, por otra parte, podría ser un síntoma de contra-dependencia emocional, que suele ir acompañada de sentimientos de ambivalencia hacia la pareja.
Para que una relación amorosa evolucione, la autoestima en el amor debe estar presente y cultivarse. La pareja se convierte en una "compañera de viaje", una aliada con la que vivir una relación equilibrada.
Cuando falta la autoestima y hay inseguridades una relación se desliza hacia algo problemático y puede llevar a consecuencias muy desagradables. Es el caso de esas relaciones en las que uno de los dos miembros de la pareja ejerce, por ejemplo, la manipulación emocional "enjaulando" a la otra parte en una relación hecha a base de mentiras, culpa, gaslighting... A esto se pueden añadir otros problemas, como los celos patológicos, el breadcrumbing, incluso hay relaciones que pueden pasar de sanas a relaciones tóxicas.
¿Y el sexo?
El sexo es un elemento importante en la pareja y una pareja puede hacer el amor o tener sexo experimentando diferentes momentos, más físicos otros en los que la parte emocional sea mayor, otros en los que haya un placer por experimentar y exaltar el erotismo…El sexo, además de proporcionar placer, promueve sentimientos y emociones deseando la proximidad y la intimidad con la pareja, ¡la pasión, el amor y el sexo pueden coexistir! Si bien el sexo es un pilar básico en la relación de pareja, no es el único, la comunicación, el respeto y el compromiso forman parte de toda la ecuación.
Los encuentros sexuales desligados de un compromiso y una relación estable forman parte de nuestra sociedad desde hace tiempo, sexo y amor ya no tienen por qué ir juntos, ahora bien, eso tampoco significa renunciar a encontrar el amor en otro momento de la vida.
Amor y sexo: ¿qué es lo realmente importante?
El ámbito de la sexualidad es muy amplio e incluye diversas orientaciones (heterosexual, homosexual, demisexual, asexual, etc.), lo que nos permite comprender algo fundamental: no hay una verdad absoluta, no hay un bien o un mal, ni siquiera entre el amor, el sexo y la pasión. Lo importante es comprender los propios sentimientos y saber qué es lo que realmente sientes por una persona, ya sea una atracción física, emocional o incluso sapiosexual —que se refiere a la atracción hacia la inteligencia de la otra persona—, sin enmascarar el amor con el sexo para después no llevarse sorpresas y desengaños.
Existe una multiplicidad de inclinaciones, tendencias y orientaciones sexuales del ser humano, todas ellas legítimas y dignas de respeto (hay quienes no sienten deseo sexual, la asexualidad es otra opción). Lo mismo ocurre con el sentimiento de amor. Cuando no toma giros patológicos, el amor es una fuerza poderosa que puede cambiar nuestras vidas para mejor.
En ocasiones, puede ocurrir que tengamos que enfrentarnos a problemas relacionados con la sexualidad (ansiedad de rendimiento en la sexualidad), la vida de pareja (crisis de pareja) o la esfera emocional en general. Si tienes problemas un psicólogo online de Unobravo puede ayudarte.