El poliamor es “la práctica o incluso la posibilidad de mantener más de una relación íntima, sexual o afectiva simultáneamente con el consenso explícito de todas las parejas actuales y potenciales, y se presenta como una verdadera manera alternativa de amar dentro de una relación honesta y consentida”.
En este artículo intentaremos explicar cómo funciona el poliamor y qué quiere decir “poliamoroso”. También abordaremos las características y las bases sobre las que se sustenta esta manera de vivir las relaciones.
El significado de poliamor
El término “poliamor” proviene del griego poly “muchos” y del latín amor, por lo que significa literalmente “muchos amores”.
Una primera definición de poliamor y, en concreto, de “relación poliamorosa”, se atribuye al artículo A Bouquet of Lovers, escrito en 1990 por la autora Morning Glory Zell-Ravenheart y publicado en la revista Green Egg.
Pero, ¿qué quiere decir ser poliamoroso? El poliamor no indica una orientación sexual, sino más bien una orientación relacional: una persona poliamorosa puede ser heterosexual, homosexual, bisexual, pansexual o incluso asexual. Se hace hincapié en el vínculo sentimental y emocional que une a las parejas y que todas las personas involucradas reconocen.
Las relaciones poliamorosas, al igual que las que se tienen con una sola persona, también se basan en la intención de crear vínculos fuertes y duraderos. Una relación poliamorosa no se caracteriza por la infidelidad y la promiscuidad, al contrario, se basa en el consenso y el compromiso de ser honestos y tener una comunicación activa.
Las personas poliamorosas pueden tener varias relaciones contemporáneamente, ya sean románticas, sexuales o “platónicas”. En los cimientos de una relación poliamorosa existe una ética, que se basa en la transparencia, el respeto de la pareja y la idea de que no existe exclusividad entre los miembros de la pareja. La flexibilidad y la libertad a la hora de gestionar las relaciones son algunas de las características del poliamor, siempre dentro de los límites establecidos con las parejas. Por lo tanto, como en todos los tipos de relación, es necesario que existan reglas negociadas por todos los miembros de la pareja.
Dentro del poliamor, también podemos hablar de la “compersión”, un neologismo que nace para expresar la felicidad que una persona siente al ver que su pareja es feliz manteniendo relaciones amorosas o sexuales con otras personas. Este sentimiento, en una relación poliamorosa, se puede considerar como un antónimo de los celos.
En el poliamor se puede experimentar varias veces lo que se conoce como New Relationship Energy (NRE o “Nueva energía de relación” en español), es decir, la fase de excitación y frenesí típica del inicio de una nueva relación. Es importante que las parejas involucradas aprendan a gestionar las emociones que caracterizan a este momento para evitar que afecten a la solidez del resto de vínculos ya existentes.
Ser poliamoroso también puede significar compartir habitualmente la vida cotidiana con otras parejas, gestionar juntos los compromisos familiares e incluso embarcarse en la crianza de hijos. De hecho, en algunas familias poliamorosas, los niños disfrutan de los cuidados de todos los miembros de la relación.
Poliamor y otras no monogamias éticas (NME)
Las relaciones poliamorosas se consideran una “no monogamia ética” o consentida (NME, por sus siglas en inglés), junto con otros tipos de relaciones como las parejas abiertas, la poligamia o la anarquía relacional.
Cada pareja poliamorosa define, con el acuerdo de todas las partes, sus propias reglas, lo que implica un amplio abanico de configuraciones dentro de la relación. Por eso puede resultar difícil encontrar una definición unívoca del amor poliamoroso.
No hay que confundir el poliamor con el intercambio de pareja, que gira en torno a la parte sexual. El poliamor tampoco coincide necesariamente con una relación polígama, término que significa literalmente “nupcias múltiples”.
Por lo tanto, existe una diferencia tanto entre el poliamor y la poligamia, como entre el poliamor y la pareja abierta, en la que el abrir la relación a otras personas externas a la pareja se limita a la esfera sexual y no a la afectiva o sentimental.
El poliamor en la cultura de masas
Entre los testimonios de poliamor de personalidades famosas, encontramos algunas como las del actor estadounidense Will Smith. Asimismo, el cine y la literatura también han abordado ampliamente las relaciones poliamorosas.
Entre las películas sobre el poliamor más conocidas encontramos la de Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen (2008) y Savages de Oliver Stone (2012). Algunas series de televisión recientes también han hablado de poliamor, por ejemplo: en la tercera estación de Los Bridgerton (2024) o en Trigonometry (2020).
Asimismo, también existen algunos libros sobre el poliamor que permiten profundizar en el tema a través de la lectura:
- Más allá de la pareja: Una guía práctica para el poliamor ético de Franklin Veaux e Eve Rickert (2019), un análisis de veinte años de relación poliamorosa.
- Pensamiento monógamo. Terror poliamoroso de Brigitte Vasallo (2020), una crítica tanto al modelo monógamo como al poliamoroso.
- Atreverse A Amar: Poliamor, Empatía y Autenticidad Radical de Manel Ibáñez (2024), que explora cómo navegar las dinámicas y complejidades del poliamor.
El poliamor también tiene su propia bandera, que se conoce como Polyamory Pride Flag, que fue votada por más de treinta mil personas que pertenecían a la comunidad.
¿El poliamor tiene causas psicológicas?
Más que de causas psicológicas del poliamor, podemos hablar de motivaciones relacionadas con la personalidad y las experiencias vitales de la persona que elige vivir este tipo de relación.
Estos son algunos de los factores principales que pueden ayudar a entender si una persona es poliamorosa u orientarla hacia el poliamor:
- ser consciente de que no puede satisfacer sus necesidades afectivas y sexuales dentro de una relación monógama,
- tender a mantener relaciones con varias personas al mismo tiempo y buscar conexiones emocionales en más de una pareja,
- necesitar honestidad y transparencia respecto a sus propias necesidades y visión de las relaciones sentimentales, que no son compatibles con otros tipos de relación,
- rechazar las normas sociales tradicionales sobre la monogamia y tener el deseo de expresar de forma diferente la autonomía y la libertad dentro de la vida sentimental,
- creer en valores como la autonomía individual y rechazar el concepto de exclusividad,
- sentir la necesidad de vivir relaciones afectivas con más parejas sin que despierte celos,
- hacer que una relación monógama evolucione para satisfacer nuevas necesidades y deseos de las parejas.
Las reglas de la pareja poliamorosa
Al familiarizarse con el concepto de poliamor, o en caso de desear acercarse a este tipo de relación, pueden surgir algunas preguntas como: “¿el poliamor funciona?”, “¿podemos amar a varias personas a la vez?”, o “¿cómo saber si se es poliamoroso?”.
Uno de los elementos primordiales para que una relación poliamorosa pueda funcionar son los acuerdos de la relación, es decir, la definición de los principios sobre cómo comportarse para mantener un respeto recíproco.
Las reglas del poliamor pueden estar relacionadas con:
- conocer nuevas personas,
- la información que hay que compartir,
- la implicación emocional y otros temas.
El objetivo es orientar el comportamiento con el resto de parejas y limitar los malentendidos o las decepciones. Evidentemente, las reglas son flexibles y se deben renegociar con el paso del tiempo, en función de las necesidades de las parejas. Esto solo puede tener lugar si existe una adecuada comunicación honesta, clara y abierta.
Las parejas también pueden decidir introducir una especie de “veto”, es decir, la capacidad de oponerse a una determinada pareja. El consenso es el elemento fundamental del poliamor; sin él, la relación no es ecuánime y existe un alto riesgo de ruptura.
Amor, fidelidad y celos en el poliamor
Quien nunca ha experimentado una relación que no sea monógama, podría preguntarse cómo se pueden gestionar los celos en el poliamor.
En los vínculos poliamorosos, el amor y el sexo no se rigen por la exclusividad; al contrario, son potencialmente ilimitados y no están enfocados en ninguna dirección concreta. En cambio, el tema de la fidelidad debe tenerse en cuenta en lo que concierne al respeto de los acuerdos, más que en lo referido a la exclusividad sexual en sí misma. De hecho, tener una relación secreta que viole los acuerdos de la relación se considera como una traición.
Un elemento que resulta muy interesante es que la mayoría de las personas dentro de una relación poliamorosa pueden manifestar un estado de celos en cualquier momento. Estos no están relacionados con la violación de la exclusividad sexual, sino con la sensación de abandono e inseguridad que puede experimentar cualquiera de los miembros de la pareja. Las investigadoras A. Ritchie y M. Barker han acuñado el término wibble para definir este tipo de celos en la pareja que hace que una persona se sienta insegura e incomprendida dentro de una relación.
Tipos de poliamor
¿Cuántos tipos de poliamor existen? Estos son los diversos tipos que han identificado algunos estudiosos:
- Poliamor abierto, en el que los miembros de una pareja estable acuerdan tener más relaciones afectivas y sexuales fuera de la propia pareja. Cada miembro de la pareja tiene derecho a elegir a otras personas con las que salir sin tener que pedir aprobación y cada relación se desarrolla de forma independiente a la relación principal.
- Poliamor cerrado, un tipo que se divide en dos subgrupos. La polifidelidad, en la que tres o más personas mantienen una relación cerrada entre ellos sin incluir a más personas, y el matrimonio poliamoroso o de grupo, que incluye a varias personas que comparten casa, gastos e hijos, y en el que la actividad sexual solo está permitida entre las personas dentro del mismo.
- Poliamor jerárquico, en el que existen varios grados de relaciones, las primarias y las secundarias.
- Poliamor de tres o “trieja”, que incluye a tres personas que se involucran de forma igualitaria en la relación sentimental.
- Poliamor en solitario, en la que la persona “polisolitaria” prefiere vivir sola o con compañeros de piso que no sean su pareja. Prefiere invertir su tiempo en relaciones familiares o de amistad, ya que las considera más fiables, o formar una familia triparental con personas que ya tienen una.
Los problemas de las parejas poliamorosas
Por su estructura y complejidad, este tipo de relaciones puede presentar algunos inconvenientes. Algunos de los mayores problemas de una relación poliamorosa pueden ser:
- la falta de comunicación adecuada,
- los sentimientos de culpabilidad por el estilo de vida o su efecto en los demás,
- los sentimientos de posesión y celos,
- el miedo a perder el control sobre la pareja,
- la falta de un grupo de apoyo externo.
A lo que podemos añadir los factores de tiempo y energía necesarios para gestionar varias relaciones al mismo tiempo o los problemas para integrar a nuevos miembros en el grupo original.
Es probable que el mayor obstáculo o dificultad sea la falta de modelos de referencia a los que recurrir para desarrollar los tipos de interacción dentro de este estilo de vida. A lo que se añaden también las preocupaciones de carácter social, es decir, los amigos y la familia, a los que les cuesta entender este tipo de relaciones y tienden a juzgarlas negativamente o menospreciarlas.
Cómo gestionar los aspectos psicológicos del poliamor
El poliamor es una realidad que sigue siendo desconocida para mucha gente, a pesar de que la presencia de las familias poliamorosas en Europa y en todo el mundo está creciendo. Los psicólogos y estudiosos tienen como objetivo sensibilizar al público y dar a conocer este fenómeno, con la intención de disminuir los prejuicios y estereotipos asociados al mismo.
El servicio de Unobravo cuenta con profesionales especializados que pueden ayudar al individuo y a la pareja (o mejor dicho, a las parejas) a afrontar posibles problemas y aspectos que generen malestar.