La atracción: en qué consiste y qué tipos existen

La atracción: en qué consiste y qué tipos existen
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Redacción
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
PUBLICADO EL
13.2.2025
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Cuando hablamos de atracción, pensamos inmediatamente en que la sintonía entre dos personas consiste en una atracción física o sexual. Pero, en realidad, existen diferentes tipos de atracción y cada uno de ellos desempeña un papel importante y valioso en nuestra salud psicológica y nuestro bienestar general.

En este artículo en profundidad sobre la atracción, intentaremos entender por qué sentimos atracción, qué significa sentirse atraído por alguien y, en resumen, qué es la atracción, analizando los diferentes tipos que existen y los factores que influyen en ella.

Qué es la atracción

La atracción es una parte fundamental de la forma en la que nos conectamos con los demás. Esta conexión entre dos o más personas puede adoptar múltiples formas. La atracción puede ser romántica pero también emocional, física, sexual o mental.

No es necesario tener sentimientos profundos para sentirse atraído por alguien y, al mismo tiempo, uno puede sentir varios tipos de atracción contemporáneamente.

A modo de definición, podríamos decir que la atracción es un tipo de fuerza que nos hace desear a alguien o que nos hace sentir la suficiente curiosidad hacia una persona como para acercarnos a ella, hablarle, conocerla mejor o quererla. Cuando experimentamos atracción por algo o alguien, sentimos la necesidad de estar a su alrededor.

La atracción es algo instintivo y a veces inconsciente que se instaura entre las personas. Tiene un poder increíble y, cuando la experimentamos, la química de nuestro cerebro cambia y nos transmite una fuerza que nos impulsa con vehemencia hacia la otra persona.

la psicología de la atracción
Foto de Ian Noble (Unsplash)

La psicología de la atracción

Los psicólogos han estudiado y siguen estudiando el fenómeno de la atracción con el objetivo de descubrir por qué y cómo se produce este proceso y por qué nos sentimos atraídos por algunas personas y no por otras.

Actualmente, existe la idea de que en la atracción intervienen variables culturales y biológicas, pero en psicología se estudia en diferentes ámbitos.

Por poner un ejemplo, además de la psicología de la pareja y la psicología evolutiva, la psicología social también estudia la atracción para entender de qué depende la cohesión dentro de los grupos.

Así que, mediante la comprensión y el reconocimiento de la amplia gama de emociones que somos capaces de experimentar hacia los demás, podemos descubrir qué significa la atracción en psicología.

Factores de la atracción

¿Qué significa sentir atracción? La atracción no tiene una causa o razón aparente y tendemos a pensar que es ciega y no sigue ninguna lógica racional. Por eso, a veces, pensamos que existe una atracción “inexplicable” entre dos personas.

Sin embargo, existen algunos factores que pueden ayudarnos a entender el proceso de atracción y mostrar que la atracción no es tan ciega como pensamos. Veamos qué factores pueden desencadenarla:

  • Un componente genético o biológico: nuestros comportamientos están orientados a optimizar los beneficios evolutivos relacionados con la supervivencia de la especie y la reproducción, así que tendemos a sentirnos atraídos por parejas que parecen ser más prometedoras para tener éxito a la hora de transmitir nuestros genes.
  • Las experiencias personales y el modelo educativo: la atracción proviene de nuestras experiencias y nuestra educación. De modo que es algo muy personal y diferente para cada uno de nosotros. Por un lado, la educación recibida transmite modelos que interiorizamos. Por otro lado, nuestras experiencias van acompañadas de emociones y tendemos a sentirnos atraídos por personas que nos provocan emociones que percibimos como positivas.
  • El componente sociocultural: gran parte de lo que pensamos y deseamos está influenciado por fuentes externas. Existen algunos patrones sociales y culturales que cambian en función del tiempo y de la sociedad. Aquello por lo que nos sentimos atraídos actualmente puede cambiar con el paso de los años, porque las modas y la sociedad cambian. De hecho, los patrones culturales ejercen una influencia variable en nosotros, la cual depende de la presión social, de nuestra etapa de evolución, del nivel de conformismo y de rasgos específicos de la personalidad. No obstante, dado que estos patrones son visibles y claros, intentar escapar de su impacto es posible.‍

Tipos de atracción

Cuando las personas oyen hablar de atracción, automáticamente suelen pensar en la atracción sexual y romántica. Sin embargo, la atracción entre dos personas puede adoptar múltiples formas más allá de la relacionada con el deseo sexual. También podemos sentir amistad, atracción intelectual y física. Existen muchas maneras para atraer o sentir atracción por alguien.

Veamos los principales tipos de atracción en función del interés que la origina y la fuerza que la rige.

Atracción sexual

En psicología, la atracción sexual es la que sentimos hacia una persona con la que queremos tener contacto íntimo. También nos podemos sentir atraídos por una persona que no conocemos, porque este tipo de atracción se caracteriza por lo que se conoce comúnmente como “química entre dos personas”.

Pero, ¿cómo podemos saber si hay química entre dos personas? La atracción “química” suscita deseo sexual. Es una forma de atracción muy intensa, carnal y profunda, cargada de tensión sexual, que se materializa en comportamientos que se caracterizan por la seducción y la atracción mutua.

Cuando alguien nos atrae y nos hace sentir esa sensación especial, nuestro mundo cambia y surgen las ganas de acercarnos a su cuerpo y su sexualidad.

Sin embargo, una atracción erótica no tiene por qué ser duradera, es decir, no hay que confundir la química entre dos personas con el amor. De hecho, sexo y amor no siempre van de la mano.

La atracción sexual se mezcla con el deseo, la sexualidad y la necesidad, tanto de cercanía como de contacto físico. Algunas personas experimentan niveles más altos de atracción sexual, mientras que otras nunca llegan a experimentarla, como en el caso de la asexualidad.

Es importante tener presente que también se puede desarrollar por sí sola, es decir, sin necesidad de enamorarse.

¿Cómo funciona la atracción sexual? 

La atracción sexual se produce mediante el interés basado en el deseo sexual. En el proceso de la atracción sexual, existen algunos factores que influyen en la creación de dicha tensión sexual más que otros. Algunos de ellos son:

  • El olor de la piel: un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B demuestra que las personas pueden sentirse atraídas por el olfato. Un perfume agradable es seductor y también influye en el nivel hormonal. Se trata de una cuestión de feromonas, porque la atracción sexual aumenta cuando el olfato de la pareja percibe inconscientemente esa carga que emana del cuerpo. Por ejemplo, las hembras de muchas razas animales emanan un olor particular (debido precisamente a las feromonas) que hace que sean irresistibles a los instintos sexuales de los machos. En la raza humana, las cosas no son tan diferentes. Cuando los hombres huelen la ropa que llevan las mujeres en el momento de la ovulación, su nivel de testosterona aumenta significativamente, como respuesta a la atracción sexual que evoca dicho olor.
  • La voz: puede ser un potente afrodisíaco. Según un estudio realizado por investigadores de psicología de la Albright College en Reading (Pensilvania), los hombres y las mujeres comunican su deseo sexual bajando el tono de voz. Los investigadores examinaron las reacciones de 45 estudiantes (20 hombres y 25 mujeres), con una edad media de 21,5 años. Se pidió a los estudiantes que dejaran mensajes de audio a las personas a las que estaban observando en las fotografías. Tanto los hombres como las mujeres, cuando se sentían atraídos por dichas imágenes, tendían a cambiar su tono de voz, el cual pasaba a ser más bajo y cargado de suspiros.
  • La belleza y la simetría: estos elementos, tanto de la cara como del cuerpo, influyen en la atracción. Un estudio de la Universidad de México demostró que tanto en hombres como en mujeres, las personas con una cara y un cuerpo más simétricos son más atractivos. Esto se debe a que el cerebro asocia la simetría con una buena genética. Asimismo, el estudio concluyó que las personas con características más simétricas también disfrutan de una vida íntima más placentera.
  • El lenguaje corporal: es uno de los aspectos que más se han estudiado para explicar los factores de atracción sexual. Al parecer, un lenguaje corporal explícito es más atractivo tanto para los hombres como para las mujeres. Las señales no verbales del cuerpo, que también podemos definir en este contexto como gestos sexuales, muestran la voluntad de seducir. Algunas señales que nos hacen más atractivos pueden ser, por ejemplo, mostrar el busto, levantar los hombros o mostrar el cuello.

Más allá de los aspectos físicos, existen otras características que también pueden influir en la atracción sexual. Un ejemplo de ello es lo que sucede en la orientación sapiosexual, propio de una persona que se siente atraída por el intelecto y la inteligencia de los demás.

¿La atracción sexual es cuestión de química?

La atracción entre dos personas está compuesta de instintos y química. Cuando existe química entre dos personas, y por lo tanto se experimenta una fuerte atracción hacia alguien, entran en escena algunos de nuestros neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.

La dopamina es la molécula que, cuando nos gusta alguien, nos permite centrarnos en los aspectos que ya nos resultaban atractivos de esa persona. Además, la dopamina es la que siempre hace que podamos soportar la ansiedad y el miedo, y nos carga de una buena dosis de euforia y activismo.

Asimismo, las pupilas dilatadas también son una consecuencia de la dopamina que nuestro cerebro libera cuando miramos a la persona que nos atrae.

Otras sustancias que se activan en la atracción química son la epinefrina, la norepinefrina (que se activan en presencia de estrés y alarma) y la feniletilamina. Esta última se libera en contextos agradables y está relacionada con la atracción inmediata. Este neurotransmisor también es el responsable de la sensación de euforia, similar a la que se experimenta por los efectos de las drogas.

atracción sexual
Foto de Andrey Zvyagintsev (Unsplash)

Atracción física 

La atracción física está relacionada con el deseo de querer estar físicamente cerca de una persona y, por ejemplo, de tocarla o que nos toque. Puede tener implicaciones sexuales, emocionales o románticas, pero no son necesarias.

La atracción física puede nacer con el tiempo y, en algunos casos, puede convertirse en amor.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre la atracción física y la atracción sexual? Aunque la atracción física comparte algunos aspectos con la atracción sexual, existen diferencias entre estos dos tipos.

Mientras la atracción sexual se centra en las relaciones sexuales, la atracción física se centra en otras formas de contacto que no tienen por qué ser sexuales. Por ejemplo, este tipo de atracción se puede expresar a través de abrazos, besos, mimos y otros gestos físicos.

¿Qué desencadena la atracción física?

Cuando hay atracción física, sentimos el deseo de tener contacto pero, como hemos anticipado, este no tiene por qué ser sexual. Una fuerte atracción física mutua no implica sentirse atraído románticamente por alguien.

Por ejemplo, si uno de los dos solo siente atracción física (y la otra persona también), la relación no tiene por qué desembocar necesariamente en una relación amorosa. En cambio, si también se da una atracción mental, la atracción física puede transformarse en enamoramiento.

De hecho, el “binomio perfecto” suele originarse de la combinación adecuada de atracción física y mental, es decir, al sentirnos atraídos por otra persona por sus cualidades físicas y mentales.

A nivel físico, cada persona tiene sus preferencias. La atracción física no tiene “fecha de caducidad” y lo que nos gusta o no nos gusta también puede cambiar con el paso del tiempo. Para entender cómo nace la atracción física, tenemos que tener en cuenta dos factores:

  • el contacto visual,
  • el contacto físico.

Señales de la atracción física

Cuando hablamos de atracción física también podemos mencionar algunas señales, al igual que en la atracción sexual. Las señales de la atracción física masculina y femenina pueden percibirse a través de una serie de comportamientos y gestos:

  • contacto visual prolongado,
  • sonrisas frecuentes,
  • lenguaje corporal orientado hacia la otra persona, con una postura relajada y abierta para reducir la distancia física,
  • caricias casuales y ligeras en los brazos, los hombros o la espalda,
  • tono de voz más suave y cautivador,
  • risas frecuentes que muestran complicidad e interés.
atracción mental
Foto de Cassidy Rowell (Unsplash)

Atracción mental

La atracción mental se refiere al deseo de interactuar con las personas en un plano más cerebral. Lo que nos atrae es el intelecto, es decir, nos gusta conversar con las personas sobre diferentes temas y admiramos su forma de pensar.

La atracción mental entre dos personas es un aspecto que no implica un interés sexual, sino cultural. Es el caso, por ejemplo, de la atracción mental entre amigos, la atracción intelectual hacia un profesor o la atracción mental entre un médico y un paciente.

Es una atracción compuesta de conexiones mentales que dan lugar a la sensación de viajar en la misma longitud de onda. En resumen, la atracción mental consiste en ver el mundo desde la misma perspectiva y tener los mismos intereses.

¿La atracción mental es más fuerte que la física? En psicología, se puede experimentar simultáneamente la atracción física y mental, aunque no tiene por qué. Podemos sentir atracción mental sin atracción física por las personas que nos rodean, si la relación es puramente intelectual.

¿Qué desencadena la atracción mental? Compartir los mismos intereses, el amor hacia la persona y los estímulos que recibimos de ella contribuyen a que se origine una atracción mental que se nutre de una conexión profunda que no es necesariamente física pero que aporta mucho bienestar a quien la experimenta.

Atracción romántica 

La atracción romántica tiende a ser diferente de la atracción sexual porque existe el deseo de una conexión que no está estrechamente relacionada con el sexo. En lugar de estar únicamente relacionada con la intimidad física, este tipo de atracción encierra el deseo de tener una relación profunda y emocional con otra persona, que va mucho más allá de los aspectos físicos.

En este caso, es posible querer estar con una persona incluso sin compartir el aspecto sexual de la relación. Del mismo modo, también hay personas que viven una relación sin llegar a sentir nunca una atracción romántica, lo cual se conoce como orientación arromántica.

atracción estética
Foto de Yogendra Singh (Unsplash)

Atracción estética

Podemos definir la atracción estética como la capacidad de admirar el aspecto de alguien, sin la necesidad o el deseo de tener ningún contacto físico, sexual o romántico.

Al mirar a esa persona, consideramos que es estéticamente agradable. Al igual que si mirásemos un cuadro bonito o una puesta de sol, algunas personas simplemente son agradables a la vista y no podemos pasar por alto la belleza de su aspecto.

Lo que resulta interesante de la atracción estética es que no se trata de atracción física aunque implique sentirse atraído por alguien, sino de apreciar su aspecto. No suele incluir el deseo de sexo, intimidad o romanticismo, sino que se centra exclusivamente en lo que se percibe como bello.

Es la atracción que experimentamos por alguien por su estética y estilo, y no por cómo es. En otras palabras, es el tipo de atracción en la que se reconoce que algo es bello, especial y visualmente atractivo; sin necesidad de que exista atracción un deseo de interacción física o sexual. Este tipo de atracción es importante porque nos permite entender la belleza que nos rodea.

La atracción estética está vinculada a por qué la gente elige ciertas cosas, como prendas y objetos. Las cuales suelen ser específicas para cada persona, es decir, lo que alguien considera bello no tiene por qué serlo para los demás.

Atracción emocional

Todos necesitamos abrirnos emocionalmente a alguien y tener personas con las que nos sentimos a gusto en cualquier contexto. Compartir información sobre nuestra vida, esperanzas, sueños y deseos con estas personas es una parte esencial de nuestro bienestar emocional y mental.

La atracción emocional es el tipo de atracción que se instaura entre amigos íntimos o familiares, y también con nuestra pareja. Sentimos la necesidad de estar en contacto con ellos a nivel emocional, hablar de nuestros sentimientos y compartir abiertamente lo que nos pasa y lo que pensamos.

Se trata de un aspecto muy importante dentro de una relación que, en caso de no existir, nos hace sentir insatisfechos. Este tipo de atracción se puede sentir de diferentes formas:

  • Apego: un tipo de vínculo que suele estar presente en relaciones estables o duraderas de cualquier tipo.
  • Amor: un sentimiento profundo o apasionado de conexión o afecto que suele implicar un elemento de apego emocional.
  • Platónica: deseo no sexual o no romántico de tener una relación con alguien, por ejemplo, las amistades.
  • Protectora: atracción hacia personas que necesitan cuidados, como un niño, un animal doméstico o un ser querido.

Algunas personas no tienen problemas para abrirse a los demás sin restricciones. Sin embargo, también son muchas las personas a las que les resulta difícil establecer este tipo de conexiones profundas y de confianza, probablemente porque les cuesta abrirse.

Por qué es importante entender la atracción

Según un estudio reciente de la Universidad de Pensilvania, hacen falta menos de tres segundos para decidir cuánto nos gusta una persona y si nos sentimos atraídos por ella o no. Como hemos visto, existen muchos tipos de atracción que van más allá de la idea común de que la atracción es exclusivamente sexual y carnal.

Podemos sentirnos atraídos por alguien por su forma de pensar y su forma de ser a nivel emocional, y también nos atraen las personas que queremos como amigos, sin que exista un interés sexual. Podemos llegar a pensar que alguien nos gusta pero no sentimos atracción física aunque nos sentamos cerca de esa persona y deseemos pasar tiempo con ella.

Como sucede en física, la atracción es lo que mantiene a las personas cohesionadas y unidas, les hace sentir interés las unas por las otras y desea contribuir a su bienestar o, al menos, a que se den placer mutuamente.

Al fin y al cabo, somos animales sociales y es inevitable que a lo largo de nuestra vida sintamos algún tipo de atracción hacia otra persona.

¿Y si no hay atracción?

¿Podemos tener pareja pero sentir atracción por otra persona? ¿Puede surgir atracción entre dos personas casadas con otras parejas? ¿Se puede querer a la pareja y no desearla?

La respuesta a todas estas preguntas es sí, puede pasar.

La atracción o la ausencia de atracción pueden ser elementos útiles para entender si se trata de desenamoramiento o solo de una fase por la que está pasando la pareja. No tienen por qué ser la antecámara de una infidelidad o del final de una relación.

Entender la atracción y lo que sentimos puede ayudarnos a desarrollar un mayor sentido de autoconciencia y autoaceptación y una mejor comprensión de lo que necesitamos en nuestras relaciones con otras personas.

Hablar de ello con un psicólogo experto en relaciones y seguir un programa de terapia online, con sesiones de terapia de pareja o de terapia individual, puede ayudarte a aclarar tus emociones, para poder tomar decisiones más conscientes y sanas en tus relaciones.

Bibliografía
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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