El avión es uno de los medios de transporte más utilizados y más seguro. Sin embargo, muchas personas experimentan cierto temor y ansiedad al volar, de hecho, algunas manifiestan un miedo tan irracional a volar que en esos casos hablamos de aerofobia o fobia a volar.
En España el 10% de la población tiene miedo a volar y ese 10% aumenta hasta un 25% cuando los pasajeros ya se encuentran dentro del avión, según Aviación Digital, quienes cuentan con la asociación “Recupera tus alas” que tiene como objetivo acompañar a las personas que padecen fobia a volar en su proceso de superación.
Pero, ¿cuál es el significado psicológico del miedo a volar? ¿Cuáles son los síntomas más comunes y las posibles causas de la fobia a volar? ¿Qué hacer si se tiene aerofobia?
Miedo a volar: definición y significado de aerofobia
El miedo a volar, como apuntamos al inicio, también se llama aviofobia o areofobia.
La aerofobia puede incluirse en los tipos de fobias llamadas específicas, que se caracterizan por un miedo persistente, intenso, excesivo e irracional provocado por la presencia, expectativa o representación mental de objetos, situaciones no peligrosas o potencialmente peligrosas. En el caso de la aviofobia, el objeto del miedo es volar.
La persona que padece aviofobia reconoce su miedo a volar (y el consiguiente miedo a los aviones) como excesivo y desproporcionado. Hay evitación a volar, se siente ansiedad, incluso puede que antes del viaje.
Una persona con aerofobia suele tener cierta manía de control, probablemente ligada al hecho de que volar despierta la sensación de estar "en una jaula" y de no poder actuar activamente para cambiar la situación.
Miedo a volar y otros miedos
En el caso de la aerofobia, el miedo a volar en avión puede no estar relacionado con la situación específica de volar. De hecho, puede ser una expresión de otras fobias no relacionadas con situaciones específicas y/o ser secundario a otras formas de ansiedad, como por ejemplo:
- El miedo a las alturas (acrofobia).
- La agorafobia (en la que se teme no poder abandonar el avión y no ser rescatado).
- La claustrofobia en los aviones, en este caso el objeto del miedo es permanecer inmóvil en un espacio reducido con las ventanillas cerradas.
- La ansiedad social en la que se teme sentirse mal ante los demás y causar una "mala impresión".
- La enoclofobia o miedo a las multitudes (la persona siente pavor al estar en un aeropuerto lleno de gente antes de tener que coger un avión).
Una persona con aerofobia también puede experimentar miedo a volar como consecuencia de ataques de pánico.
Los síntomas más comunes de la aerofobia
Estar a grandes alturas y en un medio de transporte sobre el que no tenemos control puede provocar una estimulación del aparato vestibular, visual y propioceptivo, por lo que el cuerpo puede tener dificultades para adaptarse a los estímulos y al movimiento, provocando una combinación de síntomas desagradables como mareos, vómitos y náuseas.
Los vómitos, la sensación de desorientación y las náuseas son los síntomas más comunes del "mareo del avión" que también los encontramos en la acrofobia y el mareo por movimiento ("mareo del viajero"). En este último caso, sin embargo, no son la expresión de una afección neurológica particular, sino una consecuencia de la exposición al vuelo y a la altitud.
El malestar y la ansiedad en relación con la situación de vuelo se expresan a través de diferentes manifestaciones e intensidades, que varían desde una tensión leve hasta una sensación de ansiedad profunda e incontrolable, que puede desembocar en ataques de pánico en el avión o antes del viaje.
Los síntomas físicos de la aerofobia incluyen:
- dificultad para respirar y respiración sibilante
- aumento del ritmo cardíaco y de la tensión arterial
- hormigueo, rubor, sensación de entumecimiento
- tensión muscular y posibles temblores de ansiedad
- mareos, confusión y visión borrosa
- trastornos gastrointestinales, náuseas.
Los síntomas físicos de la aerofobia pueden asociarse a síntomas psicológicos como:
- sentimientos de ansiedad
- fantasías de tipo catastrófico
- miedo a perder el control.
Como hemos dicho, los síntomas psicosomáticos pueden aparecer no solo durante el vuelo, sino también al pensar en el viaje o al empezar a planificarlo. Quienes padecen aviofobia y experimentan tales síntomas, no es raro que se pregunten "por qué tengo miedo a volar". Intentemos, pues, averiguar las posibles causas.
Aerofobia: las causas
La aerofobia puede desarrollarse no solo a través de la experiencia directa de episodios negativos durante un vuelo, sino también de forma indirecta, por ejemplo tras leer o escuchar sobre episodios negativos relacionados con los viajes en avión.
¿Por qué se tiene fobia a volar? En general, el miedo a volar puede remontarse a un estado de ansiedad que subyace a la necesidad de tenerlo todo bajo control y que, cuando se alimenta, provoca un gran estrés. Además, puede ocurrir que el miedo a volar esté causado por haber experimentado sensaciones desagradables antes de viajar (por ejemplo, un ataque de pánico), y luego este se asocia al hecho de viajar en avión.
La ansiedad por volar y por el avión también puede aparecer cuando uno coge un avión solo por primera vez. Sin embargo, existen varias razones para no tener aerofobia, aunque, en el caso de una persona para la que el miedo a volar se convierta en una fobia, conocerlas puede no ser suficiente para superarlo.
La seguridad de los aviones
Podría ser fácil enumerar a una persona con aerofobia por qué no debe tener fobia a volar. Por ejemplo, hablándole de las bajas probabilidades de un accidente aéreo (según el famoso estudio de Harvard sobre el tema), o del hecho de que los aviones son más seguros que otros medios de transporte.
Sin embargo, aunque se sea consciente de que el peligro temido puede no ser real, la aerofobia puede afectar a la vida de la persona que la experimenta y desencadenar el mecanismo de evitación, es decir, evitar situaciones en las que esté presente el objeto o estímulo fóbico.
Quien tiene fobia a volar puede renunciar, por ejemplo, a un viaje de negocios o a unas vacaciones con su pareja o amistades, y por tanto, tener problemas laborales, problemas en la pareja y arriesgándose a sentirse incómodo en sus relaciones sociales. ¿Cómo superar entonces la aerofobia?
Cómo superar el miedo a volar
Para el tratamiento de la fobia a volar, la psicoterapia puede ser muy útil. Un psicólogo puede analizar el miedo a volar junto con el paciente, investigando sus síntomas y posibles causas, con el objetivo de reducir, mediante técnicas expositivas dirigidas, la asociación entre la situación de "volar" y la respuesta de ansiedad resultante.
En los casos en los que el malestar relacionado con el vuelo no es incapacitante ni demasiado intenso, técnicas de relajación pueden contrarrestar el miedo a volar:
- respiración diafragmática
- técnica de atención plena
- meditación.
Estas técnicas pueden llevarse a cabo de forma autónoma, o el propio psicólogo puede enseñárselas al paciente, para ofrecerle una herramienta más "inmediata" de gestión de la ansiedad.
Trucos para no tener miedo a volar
Hay ciertos trucos que se pueden adoptar para mitigar las preocupaciones relacionadas con los vuelos. A continuación, damos algunos consejos para que quienes tengan fobia a volar los puedan poner en práctica:
- Asistir a un curso para controlar el miedo a volar.
- Informarse sobre el vuelo y llegar al aeropuerto con tiempo permitirá realizar las operaciones de facturación y seguridad sin prisas.
- Elegir el asiento en el avión y quizás evitar los asientos de ventanilla que podrían provocar mareos o ansiedad adicional.
- Eliminar las bebidas estimulantes y vestirse cómodamente.
- Escuchar las instrucciones de seguridad y hablar con el personal de vuelo (la tripulación está preparada para diversas emergencias, como ataques de pánico).
- Hablar con otros pasajeros, leer, escuchar música para tener la mente distraída.
Miedo a volar: otros remedios
Hay quienes buscan otro tipo de remedios para su fobia a volar, por ejemplo, hay personas que confían en las flores de Bach, y hay quienes recurren al alcohol, a medicamentos u otro tipo de sustancias. Estas "estrategias", aunque permiten afrontar el viaje en el momento, no ayudan a superar y tratar el miedo a volar de una vez por todas, además de que algunas de ellas pueden acarrear consecuencias graves. Los medicamentos solo deben tomarse por indicación médica, hay que evitar las auto prescripciones.
Medicamentos para la aerofobia
Para saber con seguridad qué tomar para controlar el miedo a volar, debe consultar a su médico y seguir sus instrucciones. Mientras que algunos fármacos actúan sobre síntomas específicos, como en el caso de los remedios para el mareo y el malestar en el avión, otros son más útiles para controlar los ataques de pánico o la "ansiedad del avión".
En el ámbito clínico, el uso de psicofármacos como las benzodiacepinas y ciertos tipos de antidepresivos o ansiolíticos se asocia a la terapia psicológica en los casos en que la fobia a volar limita gravemente a la persona y es necesario apoyar la adquisición de estrategias de gestión de la ansiedad.
Si, antes de un viaje, nos encontramos pensando "sufro ansiedad cuando tengo que coger el avión", debemos ponernos en contacto con nuestro médico o psicólogo. Como profesionales de la salud, podrán indicarnos los remedios más eficaces tanto a corto como a largo plazo, y podrán ayudarnos a gestionar y superar la aerofobia.
Miedo a volar: experiencias y testimonios
Aunque los riesgos de que algo vaya mal durante un vuelo son limitados y las compañías dedican la máxima atención a la seguridad de los vuelos y sus pasajeros, algunas personas no consiguen superar esta fobia.
Si sientes curiosidad, puedes leer la historia de famosos como Ben Affleck o Sandra Bullock que tienen miedo a volar y los motivos que les llevaron a sufrir aviofobia.
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