La vida cotidiana puede llevarnos a experimentar situaciones en las que nos encontramos inmersos en multitudes, bien sea el trayecto diario al trabajo en transporte público o si decidimos ir de compras a un concurrido centro comercial.
También podemos encontrarnos en medio de una multitud en grandes acontecimientos como un concierto o un partido en un estadio, cuando viajamos o cuando vamos a ver una película al cine o asistimos a un festival o a algún otro tipo de espectáculo.
Pero si para algunas personas es completamente normal estar entre otras personas, para otras, estas situaciones pueden causar un gran malestar, tan grande que se convierte en una verdadera fobia a las multitudes. ¿Cómo se llama el miedo a las multitudes y en qué consiste exactamente? En este artículo hablamos de enoclofobia, demofobia u oclofobia, los tres nombres con los que puedes encontrar este miedo irracional a estar entre la multitud.
Significado de enoclofobia, demofobia u oclofobia
El término enoclofobia, como ya hemos visto, tiene sinónimos: demofobia y oclofobia. Independientemente de cómo se denomine el miedo a las multitudes, la persona con enoclofobia experimenta muchos de los síntomas que también se repiten en otros tipos de fobias y sobre los que también se puede trabajar psicológicamente para evitar consecuencias perjudiciales para la salud mental.
La enoclofobia significa es un miedo que podemos encontrar con frecuencia en personas con trastorno de pánico, agorafobia u otros trastornos de ansiedad. También es posible que junto a la enoclofobia conviva el miedo a la contaminación, como puede ocurrir en el caso de la ansiedad covídica o el trastorno obsesivo compulsivo.
Miedo a las multitudes: síntomas
La persona con enoclofobia puede presentar síntomas físicos y psicológicos. Aunque no se han desarrollado pruebas específicas sobre la enoclofobia, pueden utilizarse instrumentos como la Escala de Gravedad del Trastorno de Pánico (PDSS), también utilizada en el diagnóstico de la agorafobia.
Los síntomas que experimentan las personas con demofobia u oclofobia incluyen:
- náuseas y mareos
- temblor de ansiedad
- taquicardia y tensión muscular
- posibles ataques de pánico
- dolor de estómago y sudoración
- emociones de tristeza e ira
- miedo a la muerte.
Al igual que en otros trastornos fóbicos, el comportamiento más frecuente asumido por la persona con enoclofobia es el de evitación, un mecanismo de defensa que le lleva a evitar situaciones en las que es posible encontrarse en medio de grandes multitudes.
Diferencia entre demofobia y agorafobia
La agorafobia es el miedo a los espacios abiertos pero, en la agorafobia, a diferencia de la demofobia, no es el miedo a estar en una multitud lo que desencadena la reacción fóbica, sino la ansiedad que surge al pensar que se está en una situación de la que es difícil escapar y para la que, en el caso de los ataques de ansiedad, no se obtiene la ayuda necesaria o se teme el juicio de los demás.
Aunque ambas fobias pueden solaparse, y encontramos el miedo a las multitudes y a los "lugares de los que no se puede escapar" al mismo tiempo, la demofobia debe considerarse un síntoma específico de la agorafobia, aunque detrás de la demofobia también pueden esconderse otros motivos.
Tener miedo a las multitudes puede adoptar el significado de miedo al juicio de los demás, por ejemplo cuando uno tiene que dar un discurso ante un público numeroso. En estos casos, podemos relacionar pensamientos como "la multitud me asusta" con una de las posibles manifestaciones de la ansiedad social.
Enoclofobia: causas
Como ya se ha mencionado, es posible atribuir la fobia a estar en multitudes a varias causas. En muchos casos, la enoclofobia es un síntoma secundario de otros problemas y suele estar relacionada con trastornos de ansiedad.
En el origen podemos encontrar experiencias traumáticas por las que haya pasado la persona y que hayan desencadenado el miedo a "ser aplastado" por una multitud agitada o fuera de control (pensemos en una manifestación callejera, un concierto o un acontecimiento en un estadio).
De hecho, la fobia a las multitudes puede derivar de una experiencia de ansiedad vivida en medio de otras personas (por ejemplo, en un ataque de pánico), que puede hacer aflorar el miedo a perder el control o a revelar las propias debilidades ante los demás.
La experiencia colectiva del coronavirus también ha hecho que, en algunos casos, las personas que han experimentado ansiedad covídica sean vulnerables a la enoclofobia, lo que las ha llevado a evitar lo que se ha denominado, en los periodos más intensos de la pandemia, reuniones.
Cómo superar la enoclofobia
¿Cómo se trata la enoclofobia o demofobia? En ciertos casos, para aprender a tratar el miedo a las multitudes, puede ser necesario recurrir a la psicología y buscar la ayuda de un experto, como un psicólogo online de Unobravo.
Pero, ¿qué beneficio puede aportar el tratamiento psicológico a quienes piensan "tengo miedo a las multitudes, sin duda padezco enoclofobia"?
Si no se gestiona y trata adecuadamente, la enoclofobia o demofobia puede volverse persistente y, en algunos casos, llevar a experimentar condiciones de aislamiento voluntario (pensemos en el miedo a las multitudes en niños o adolescentes, que corren el riesgo de evitar cualquier oportunidad de compartir espacios como aulas, polideportivos o jardines urbanos).
Uno de los enfoques psicoterapéuticos de elección para tratar el miedo irracional a las multitudes es la terapia cognitivo-conductual, que utiliza las técnicas de:
- exposición
- reestructuración cognitiva
- relajación.
Mediante la exposición gradual, la persona que tiene miedo a las multitudes puede aprender a gestionar la ansiedad que experimenta acercándose al estímulo fóbico, lo que le ayudará gradualmente a reducir la evitación de las situaciones que le provocan este miedo.
La reestructuración cognitiva se utiliza entonces para intervenir en el reconocimiento de los propios pensamientos de modo que, paso a paso, los que mantienen el problema puedan ser "desafiados" en favor de una autonomía cada vez mayor para hacer frente a la fobia.
Las técnicas de relajación son entonces un enfoque muy útil para tratar la demofobia. La relajación puede perseguirse practicando la respiración diafragmática o la relajación muscular progresiva, que el propio psicólogo puede enseñar al paciente para que poco a poco adquiera autonomía y pueda realizarlas por sí mismo. Los ejercicios de mindfulness para la ansiedad también pueden ser muy útiles.
Como en el caso de otras fobias, es fundamental aprender a reconocer las señales del problema, no subestimarlas y actuar a tiempo para evitar que, como en el caso de la fobia a estar en una multitud, se conviertan en incapacitantes y comprometan significativamente la vida de la persona que las experimenta.