Las compras compulsivas en psicología es una de las llamadas nuevas adicciones, pese a no ser un trastorno reciente. De hecho, la adicción a las compras fue descrita ya en 1915 por el psiquiatra Emil Kraepelin; la llamó oniomanía, cuya etimología griega significa "manía de comprar lo que está en oferta".
La oniomanía es un trastorno que hace que la persona realice compras (a pesar de ser consciente de que no necesita lo que está comprando) de forma compulsiva para librarse de una creciente sensación de malestar y tensión. El trastorno llega a su punto álgido cuando el impulso morboso de comprar se vuelve incontrolable, aunque tenga consecuencias negativas para las finanzas y las relaciones interpersonales.
¿Quién sufre de compras compulsivas?
La adicción a las compras compulsivas es un trastorno en auge, que afecta a entre el 1% y el 6% de la población y especialmente a las mujeres de entre 35 y 40 años, de clase social media.
La edad de inicio se sitúa en torno a los 17 años, aunque surge como un trastorno completo unos diez años después. De hecho, la franja de 23 a 31 años es el grupo de edad de mayor riesgo y, aunque la enfermedad surja ya en la adolescencia, la concienciación sobre ella es más tardía. Se trata de algo crónico, sin periodos de remisión, aunque algunas personas afirman no haber hecho compras compulsivas durante meses o años.
Los síntomas de la oniomanía aparecen de forma persistente, aunque con diferentes niveles de intensidad. En la forma grave del trastorno, la media es de 17 episodios de compra al mes, con una duración aproximada de unas 7 horas cada uno. Esto se traduce en una cantidad muy elevada de horas que la persona dedica a las compras compulsivas, a menudo por Internet.
Compras compulsivas: síntomas
Entre los síntomas que permiten identificar las compras compulsivas, la investigadora Susan McElroy identificó una serie de situaciones recurrentes:
- La persona percibe la compra como irresistible, intrusiva o sin sentido.
- La compra suele requerir un gasto superior a las posibilidades o implica objetos inútiles.
- La preocupación o el impulso provoca un cierto estrés, una pérdida de tiempo considerable e interfiere de forma significativa en el funcionamiento social, laboral o financiero.
- Las compras excesivas no se producen exclusivamente durante los períodos de manía o hipomanía.
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Las causas de la oniomanía
Las causas de las compras compulsivas son complejas y difíciles de precisar, pero, según algunos psiquiatras, una disfunción en la producción de serotonina y dopamina puede ser la base de este comportamiento.
La dopamina es un neurotransmisor que el cerebro libera cuando se experimenta gratificación y satisfacción. Como produce una sensación de bienestar, activa el circuito de recompensa, incitando a la persona a repetir su comportamiento y desencadenando el mecanismo de adicción.
La producción alterada de serotonina, por otra parte, parecería ser responsable de la falta de control sobre la impulsividad, que lleva a la persona a satisfacer inmediatamente la necesidad de comprar.
Causas psicológicas de las compras compulsivas
La conducta de realizar compras compulsivas podría tener causas psicológicas y ser consecuencia de un malestar psicológico previo, como por ejemplo:
- trastorno de ansiedad;
- baja autoestima;
- manías y obsesiones;
- trastorno del estado de ánimo;
- adicción a las sustancias;
- dificultad para aceptarse a sí mismo;
- trastornos en la alimentación.
También parece haber una relación entre la depresión y la compulsión a comprar, como forma de aliviar estados emocionales dolorosos. Por lo tanto, el impulso de comprar parece ser compulsivo y se produce con mayor frecuencia en quienes cumplen con alguna de estas cosas:
- personas con episodios depresivos;
- personas fanáticas del control;
- personas adictas afectivas.
La gratificación que sigue a la compra parece ser el refuerzo que llevará a la persona a continuar con la conducta cada vez que experimente una emoción desagradable. Esto sucede a pesar de que el alivio y la alegría de la compra son muy breves e inmediatamente seguidos por emociones como la culpa y la decepción.
¿Qué hay detrás de las compras compulsivas?
Cuando comprar representa un verdadero comportamiento compulsivo, que obedece a una obsesión, podemos hablar de trastorno obsesivo compulsivo. La compra solo se convierte en una verdadera compulsión si se trata de una acción repetitiva realizada por el sujeto para reducir la ansiedad y el malestar debido a una obsesión, es decir, un pensamiento recurrente y omnipresente que la persona percibe como excesivo e inapropiado, pero del que no puede escapar.
Sin embargo, además de las características de la compulsión, las compras compulsivas implican también otras categorías de malestar psicológico-conductual que suelen darse a la par:
- Un trastorno del control de los impulsos, en el que la incapacidad de controlar un determinado comportamiento es un factor central; un ejemplo es la compra compulsiva de alimentos, que, destinada a aliviar un estado de malestar, pierde su finalidad y se convierte así en una forma disfuncional de suprimir el malestar interior.
- Una adicción conductual, porque presenta características que se solapan claramente con la adicción sexual o a sustancias, como la tolerancia, el ansia, la compulsión y la abstinencia.
Con la nueva edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) propuso la inclusión de la adicción a las compras en un capítulo dedicado a las Adicciones Comportamentales, pero la complejidad de la definición de estas nuevas adicciones requiere de un mayor estudio. Por lo tanto, las compras compulsivas aún no se han incluido en ninguna categoría del DSM-5.
¿Cómo gestionar las compras compulsivas?
Se pueden aplicar varias estrategias para aprender a gestionar las compras compulsivas. Cosas que puede hacer una compradora o comprador compulsivo:
1. Llevar un diario en el que anote sus gastos.
2. Hacer una lista de la compra y comprar solo lo que anote.
3. Pagar solo si lleva efectivo.
4. Cuando aparece el impulso de comprar, realizar actividades sustitutivas, como practicar una actividad deportiva o salir a pasear.
5. Resistirse a la compra durante la primera hora, intentando romper el ciclo "emoción negativa-compra-gratificación".
¿Qué es el trastorno por compras compulsivas online?
El uso de Internet ha provocado una enorme expansión del fenómeno de las compras compulsivas, ya que cualquier persona con conexión a la red puede comprar cualquier tipo de bien, en tiendas de todo el mundo con un simple clic. La adicción a Internet es un problema ya muy extendido que también puede fomentar la adicción a las compras online.
Señales de una adicción a las compras compulsivas por Internet
Los síntomas de la adicción a las compras online incluyen:
- No poder dejar de comprar.
- Tener pensamientos constantes de compras online.
- Consultar los sitios de comercio electrónico o las aplicaciones varias veces al día.
- La tendencia a no hacer devoluciones, sino a quedarse con todo lo que se compra.
- Sentirse culpable por las compras realizadas.
- Baja tolerancia al aburrimiento.
- Sentimientos de ansiedad y estrés si no se puede realizar la compra.
- Pérdida de interés por otras actividades.
- Mentira de forma compulsiva para ocultar las compras a una pareja o un ser querido (mitomanía).
¿Cómo superar el síndrome de las compras compulsivas por Internet?
Con respecto a la adicción a las compras online, estas pueden ser algunas de las estrategias a seguir:
- Establecer un presupuesto semanal o mensual para gastar.
- Posponer el momento de la compra tanto como sea posible.
- Eliminar los datos de acceso almacenados en los sitios de comercio electrónico, especialmente los datos de las tarjetas de crédito.
- Cancelar la suscripción a newsletters con ofertas especiales, descuentos y comunicaciones de ventas.
- Intentar mantenerse ocupado/a con otras cosas y salir de casa.
Compras compulsivas: tratamiento
Las compras compulsivas, como hemos visto, pueden provocar una auténtica adicción y llegar a minar la autoestima, especialmente inestable e influenciada por el estado de ánimo y la posesión de objetos.
¿Cómo recuperarse del trastorno de compras compulsivas? Buscar la ayuda de un psicólogo, por ejemplo un psicólogo online de Unobravo, puede ser el primer paso para tomar conciencia de la oniomanía y afrontarla.
Estudios recientes han demostrado la eficacia de la terapia cognitivo-conductual y la terapia de grupo para el tratamiento de las compras compulsivas.
¿En qué consiste ir a terapia?
- Se identificará el comportamiento compulsivo.
- Se analizarán los pros y los contras de cambiar este modo de comportamiento.
- Se creará un sistema de gestión del dinero, para así reducir los daños económicos que supone ser un comprador o compradora compulsiva.
- Se analizará el comportamiento, para reconocer y explorar los pensamiento y los estados emocionales que se activan durante las compras.
- Se reestructurarán cognitivamente las creencias disfuncionales con respecto a las compras y los objetos.
- Se aplicarán estrategias de afrontamiento.