¿Cómo llevas lo de cuidar de ti mismo o de ti misma? ¿Te dedicas tiempo? En este artículo hablamos de autocuidado, palabra conformada por auto, del griego αὐτο, que significa "propio" o "por uno mismo", y cuidado del latín cogitātus que significa "pensamiento". Si todavía relegas lo cuidarse a uno mismo, sigue leyendo y toma nota para aprender a cómo hacerlo.
Cuidarse a uno mismo: ¿qué significa?
Cuidarse a uno mismo o una misma significa escucharse para comprender las necesidades, quererse y pensar en el bienestar físico y mental. Para ello, es necesario reconocer el propio valor. Esto requiere tiempo, paciencia y la necesidad de aceptarse y quererse con las propias limitaciones y defectos.
En psicología, cuidarse a uno mismo se convierte en un principio fundamental para lograr el bienestar personal y social porque significa aceptarse. Trabajar la autoestima y el cuidado propio con gestos cotidianos que tengan en cuenta las necesidades personales, es un primer paso importante para nuestro desarrollo personal.
Cuidarse a uno mismo puede parecer algo difícil, sobre todo para aquellas personas acostumbradas a dejar de lado sus propias necesidades y anularse a sí mismas para hacer sentir bien a los demás (por ejemplo, la familia, la pareja, las amistades). Por otra parte, dedicar tiempo a cuidarse a uno mismo es esencial porque desencadena un mecanismo virtuoso: cuidar de uno mismo para cuidar de los demás.
Consecuencias de no cuidarse
La importancia del autocuidado se entiende cuando conocen las consecuencias de no hacerlo. Cuando dejamos de cuidarnos y nos ponemos en segundo plano tendemos a olvidar cómo hacerlo y esto nos lleva a experimentar una sensación de vacío y tristeza difícil de explicar y llenar. ¿Qué ocurre cuando nos descuidamos?
- Nos juzgamos de forma crítica. Pensamos que somos incompetentes y tememos no estar a la altura, no ser lo suficientemente buenos o buenas.
- No nos sentimos "suficiente" y, en algunos casos, se puede llegar a experimentar la llamada atelofobia (un tipo de fobia específica en el que el afectado teme la imperfección).
- Se le da vueltas al pasado, hay preocupación por el futuro y no se disfruta del momento presente.
- Se pierde el poder de control sobre nuestra vida, como si las cosas no dependieran de nosotros.
Cómo cuidarse: algunos consejos
Para sentirte bien contigo mismo/a, a veces, no se necesita tanto.
Aquí, te dejamos algunos consejos para empezar a cuidarte:
- Tómate un momento diario solo para ti.
- Aprende a perdonarte después de cometer un error.
- Piensa en tus deseos y en lo que puedes hacer para mejorar tu vida.
- Ejerce la inteligencia emocional, crea una armonía entre tu mente y las emociones (a veces, estar triste está bien y hay que aceptar lo que sentimos).
- Empieza a cuidar de tu cuerpo, tu mente y tus relaciones interpersonales.
Más claves para aprender a cuidarse de uno mismo a diario:
- Planifica una rutina.
- Sigue una dieta equilibrada.
- Haz ejercicio, ya sabes… mens sana in corpore sano.
- Ten una buena higiene del sueño (si sufres de insomnio consulta con un especialista).
- Compra algo nuevo que desees desde hace tiempo.
- Lee un buen libro.
- Pasa tiempo en la naturaleza (la montaña o los beneficios del mar son buenos para la salud mental).
- Da un paseo.
- Reúnete con amigos.
Cuidar de los demás
El autocuidado nos hace sentir bien y también nos permite cuidar de los demás. Quienes trabajan en profesiones de ayuda a otras personas, como el personal sanitario, los profesionales de la psicología, en el trabajo y asistencia social, lo saben bien: para cuidar de los demás, es necesario cuidarse a uno mismo.
Si nos ocupamos de los demás sin pensar en nosotros mismos y sin recibir nada a cambio, nuestra energía se agota y acabamos sintiéndonos sobrecargados. Por eso es clave elegir relaciones que enriquezcan y hagan sentir bien, que devuelvan lo que damos en términos de tiempo y afecto. Cuidar de uno mismo y de los demás se convierte en una única acción para vivir con mayor serenidad y satisfacción.
Lo más valioso que podemos dar a otras personas es nuestro tiempo y nuestra presencia con una sonrisa, un gesto, una palabra… Por eso es importante preguntar cómo podemos ayudar, escuchar sin juzgar y estar cerca de la otra persona. Todo esto se puede resumir trivialmente en una palabra: estar ahí.
Cuidar de uno mismo: lo que la psicología puede hacer
Cada persona, al menos una vez en su vida, ha sentido soledad, se ha sentido perdida, atascada y sin darse cuenta de lo que quiere y siente que es necesario. Es entonces cuando la persona siente que tiene un problema y no está bien, pero no sabe por dónde empezar para sentirse mejor y mejorar su vida.
¿Qué mejor motor de cambio que iniciar un viaje de descubrimiento psicológico? También es una forma de cuidarse a uno mismo, porque permite obtener herramientas de crecimiento personal, trabajar la baja autoestima y aumentar el autoempoderamiento. Aplicar los principios de la psicología positiva, que trata de centrar los esfuerzos en mejorar las fortalezas personales para fomentar el bienestar psicológico, también puede ayudarte a subir la autoestima y tu bienestar psicológico.
Ir al psicólogo puede ayudar a la persona a identificar sus necesidades y prioridades y, a través del reconocimiento de sus recursos, puede ayudarla a volver a florecer y a situarse de nuevo en el centro de su vida y a reactivar la capacidad de cuidar de sí misma.