Salud mental
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Cada cuánto ir al psicólogo y cuántas sesiones de psicología son necesarias

Cada cuánto ir al psicólogo y cuántas sesiones de psicología son necesarias
PUBLICADO EL
22.2.2024

¿Con qué frecuencia debería acudir al psicólogo? ¿Cuánto tiempo durará mi terapia? ¿Cómo sabré cuándo es el momento adecuado para dar por finalizado el tratamiento? Estas son solo algunas de las preguntas que muchas personas se plantean al considerar iniciar un proceso terapéutico.

En este artículo, abordaremos la frecuencia y duración de las sesiones terapéuticas, así como los diversos factores que influyen en estas decisiones. Desde la naturaleza misma del problema hasta la calidad de la relación entre el consultante y el psicoterapeuta, cada elemento desempeña un papel fundamental a la hora de crear un plan terapéutico efectivo y adaptado a las necesidades de cada persona.

¿Cada cuánto es recomendable ir al psicólogo?

Si estás pensando en empezar una terapia y pedir ayuda psicológica es probable que te estés preguntando: ¿cada cuánto ir al psicólogo? Lo cierto es que no hay una respuesta única a la pregunta de con qué frecuencia se debe ir al psicólogo, ya que esta varía significativamente según cada caso y la metodología del profesional. Para aquellas personas que experimentan síntomas graves y agudos, puede ser beneficioso asistir a varias sesiones por semana. Esto proporciona una terapia de contención intensiva y permite un trabajo más intenso.

Ahora bien, la frecuencia semanal es la más común, ideal para mantener un ritmo constante en la terapia y especialmente efectiva en las fases iniciales de tratamiento, donde los síntomas pueden ser más intensos. Más allá de ir al psicólogo cada semana, no hay que olvidar que también es muy importante llevar a cabo las tareas y ejercicios que el profesional te asigna para realizar fuera de sesión.

Con el progreso del tratamiento, la frecuencia puede disminuir a sesiones quincenales o mensuales, una práctica común en la etapa de preparación para el alta, donde el consultante comienza a adaptarse a la vida diaria sin el soporte constante del psicoterapeuta. Ir al psicólogo cada 15 días o una vez al mes es un enfoque gradual que puede ayudar a que el consultante tome conciencia de que ya está cada vez más preparado para finalizar la terapia con éxito.

Es importante entender que la duración y la frecuencia de la terapia son flexibles y se ajustan según el progreso y las necesidades de cada persona. Existen distintos tipos de terapia psicológica (como la terapia cognitivo conductual, terapia breve, terapia de aceptación y compromiso, etc.) que pueden variar en duración, desde unos pocos meses hasta períodos más extensos, dependiendo de la complejidad del problema y de las herramientas utilizadas en cada intervención y enfoque terapéutico.

.En resumen, la respuesta a "cada cuánto hay que ir al psicólogo?" es que depende de una variedad de factores individuales, y debe ser determinada en conjunto entre el consultante y el psicoterapeuta.

Muchas personas se preguntan cuántas veces a la semana se va al psicólogo
Foto de SHVETS production (Pexels)

¿Cuántas sesiones de terapia son necesarias?

Ahora que ya hemos dado respuesta a la cuestión de cada cuánto se debe ir al psicólogo, vamos a tratar de responder a otra pregunta que también se hacen muchas personas interesadas en iniciar un proceso terapéutico: ¿cuánto dura la terapia psicológica y cuántas veces hay que ir al psicólogo?

En algunos estudios científicos se ha observado que, en promedio, alrededor del 50% de las personas experimentan una mejoría significativa después de 13 a 18 sesiones de terapia. Sin embargo, este número es altamente variable y depende de la gravedad y complejidad de los problemas a tratar. Los casos más complejos o crónicos pueden requerir un número mayor de sesiones, y hay situaciones en las que la mejora puede notarse con menos sesiones. Es importante destacar que las primeras sesiones suelen centrarse en la evaluación y comprensión del problema, y a medida que avanza la terapia, se trabaja en la intervención y aplicación de técnicas específicas.

La duración de la terapia puede variar desde unas pocas semanas hasta varios años, dependiendo de la eficacia del tratamiento y de la evolución del paciente. También dependerá del formato de terapia (terapia individual, terapia de pareja, terapia grupal, etc.) y del tipo de intervención (terapia cognitivo conductual, terapia breve, terapia familiar, terapia contextual, etc.).

En todo caso, es crucial para el consultante mantener la paciencia y comprender que el tratamiento es un proceso que a veces puede ser largo y complejo. Las mejoras pueden no ser inmediatas, pero cada sesión contribuye a un progreso gradual hacia la recuperación. Además, el objetivo de la terapia no es solo aliviar síntomas a corto plazo, sino también prevenir recaídas y desarrollar habilidades duraderas para mantener un bienestar mental a largo plazo.

En resumen, no podemos responder con una certeza absoluta a la pregunta de cuánto tiempo dura una terapia psicológica, ya que el número de sesiones necesarias varía de persona a persona. Es un proceso individualizado que debe adaptarse a las necesidades específicas de cada consultante, teniendo en cuenta que el progreso puede ser gradual y que el objetivo final es lograr un cambio significativo y duradero.

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Factores que influyen en la duración de la terapia

Para saber cuánto suele durar una terapia psicológica hay que tener en cuenta diversos factores, desde las características individuales del consultante hasta aspectos propios de cada terapia y del profesional.

Estos son los elementos clave en la duración del tratamiento psicológico: 

  • Naturaleza del problema psicológico: la complejidad, severidad y especificidad de los problemas que motivan la consulta son cruciales en la determinación de la duración del tratamiento. Problemas más complejos o profundos suelen requerir un período terapéutico más extenso.
  • Adherencia a las indicaciones terapéuticas: la efectividad de la terapia aumenta significativamente cuando el paciente se compromete activamente y cumple con las tareas y objetivos establecidos. Esta colaboración activa puede acelerar el proceso de mejoría.
  • Relación terapéutica: la calidad de la relación entre el consultante y el psicólogo es un pilar fundamental en el proceso terapéutico. Una buena alianza terapéutica, basada en la confianza y la apertura, facilita un avance más fluido y efectivo.
  • Experiencia y especialización del psicólogo: los conocimientos y la habilidad del psicoterapeuta, particularmente en relación con el problema específico del consultante, también tienen su influencia en la duración. Cuantas más técnicas y objetivos terapéuticos se establezcan, más probable es que el tratamiento se alargue. 
  • Modalidad de terapia: las diferentes aproximaciones terapéuticas, como la terapia individual, la terapia de pareja o grupal, tienen sus propios métodos y tiempos para abordar distintos problemas psicológicos, lo que puede influir en la duración del tratamiento.

  • Grupos diagnósticos: se espera una mayor duración del tratamiento en casos de esquizofrenia, trastornos por consumo de sustancias o trastornos de la conducta alimentaria, debido a la necesidad de abordar no solo conductas específicas, sino una reorganización más general de la vida de la persona.

  • Comorbilidad: la presencia de múltiples problemas en un consultante puede requerir un tratamiento psicológico más prolongado. Las personas con trastornos comórbidos suelen necesitar más sesiones de psicoterapia, y la comorbilidad se asocia con peores resultados en algunos casos.

  • Factores económicos y sociodemográficos: el costo de las sesiones puede impactar en la cantidad de sesiones a las que el consultante puede acceder, lo que a su vez puede influir en la duración y la frecuencia del tratamiento. También hay diversos estudios que sugieren que ser mujer, mayor de 46 años y estar viuda o divorciada se relaciona con una mayor duración del tratamiento en depresión.

¿Cuánto dura una sesión con un psicólogo?

Ya hemos abordado la cuestión de cada cuánto ir al psicólogo y cuántas sesiones de terapia psicológica son necesarias. Ahora, la siguiente incógnita a resolver es cuánto tiempo tengo que estar en sesión (y de qué hablar con el psicólogo, aunque esto lo abordamos en otro artículo).

La respuesta a la pregunta de cuánto dura una sesión con el psicólogo es que depende. Puede variar dependiendo de diversos factores, como el enfoque terapéutico utilizado, las necesidades específicas del consultante o el modo de proceder del profesional sanitario. En general, las sesiones suelen tener una duración estándar que oscila entre los 45 minutos y la hora completa. Esta duración se considera adecuada para permitir un trabajo terapéutico adecuado, sin que resulte agotador para el consultante o el psicoterapeuta.

Sin embargo, algunos profesionales pueden optar por sesiones más cortas o más largas según las circunstancias individuales. Por ejemplo, en terapias breves o enfoques específicos como la terapia cognitivo-conductual, las sesiones pueden durar entre 30 y 50 minutos. Por otro lado, en terapias más intensivas o en situaciones de crisis, es posible que se acuerden sesiones más largas para abordar adecuadamente las necesidades del consultante.

En última instancia, la duración de la sesión se establece en colaboración entre el psicoterapeuta y el consultante, teniendo en cuenta las necesidades terapéuticas y las preferencias individuales. Lo más importante es que la duración de la sesión permita un trabajo efectivo y significativo que contribuya al bienestar psicológico y al progreso del consultante en su proceso de tratamiento.

¿Cuántas veces es recomendable ir al psicólogo?
Foto de Karolina Grabowska (Pexels)

¿Cuándo se termina la terapia y te dan el alta?

Una psicoterapia no tiene nada que ver con tomarse una pastilla o comenzar un tratamiento farmacológico, por lo que no podemos saber cuánto tarda en hacer efecto la terapia psicológica. No existe un plazo estándar para determinar cuándo una terapia psicológica surte efecto, ya que su impacto varía según cada individuo y la complejidad de los problemas que enfrenta. 

La finalización de una terapia y el alta del consultante son hitos importantes en el proceso de tratamiento psicológico. Este momento se suele determinar de manera individualizada, según los objetivos terapéuticos establecidos y el progreso de la persona. En general, la terapia concluye cuando se alcanzan los objetivos específicos acordados entre el terapeuta y el consultante, lo que puede implicar la resolución de problemas específicos, el desarrollo de habilidades de afrontamiento o la mejora significativa en la calidad de vida.

El alta terapéutica suele ser un proceso gradual y colaborativo entre el psicoterapeuta o psicólogo online y el consultante. Normalmente, durante las últimas sesiones se revisan los logros alcanzados y se discuten estrategias para mantener el bienestar psicológico a largo plazo (y, en su caso, evitar las recaídas). Además, el profesional puede ofrecer recomendaciones para seguir fortaleciendo las habilidades aprendidas fuera del entorno terapéutico. Es fundamental que tanto el psicoterapeuta como el consultante se sientan satisfechos con el progreso realizado y el cumplimiento de los objetivos terapéuticos.

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional.

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