Nueve meses de gestación dan lugar a importantes acontecimientos psíquicos que caracterizan las distintas etapas del embarazo, de forma diferente entre los dos miembros de la pareja. En esta entrada del blog nos centramos en la mujer, en las muchas emociones que suscita un embarazo y los posibles miedos al parto. Hablamos de la tocofobia, el miedo desmesurado al embarazo y al parto.
Experiencias psicológicas en el embarazo
Durante el período de gestación, por lo general, reconocemos tres trimestres, caracterizados para la mujer por aspectos corporales y emocionales específicos:
- Desde la concepción hasta la semana número 12. Los tres primeros meses se dedican a procesar y aceptar la nueva condición.
- De la semana número 13 a la 25 encontramos ansiedades funcionales, que permiten desarrollar la propia función parental de contención y protección.
- Desde la semana número 26 hasta el nacimiento. Se inicia un proceso de separación y diferenciación que finaliza con la percepción del bebé como “otro por sí mismo”.
Durante el embarazo pueden surgir ansiedades debido al temor a posibles complicaciones a corto y largo plazo. Además de estas preocupaciones, no es extraño que las mujeres sientan miedo al parto y al dolor asociado, en los casos más graves puede desembocar en tocofobia.
Tocofobia: el significado en psicología
¿Qué es la tocofobia en psicología? Tener diferentes miedos al parto es normal, y de forma leve o moderada resulta una preocupación adaptativa, hablamos de tocofobia cuando el miedo al parto produce ansiedad y cuando este temor resulta excesivo, por ejemplo:
- Puede dar lugar a estrategias de elusión del parto.
- En casos extremos, un estado fóbico.
Este trastorno psicológico que surge del miedo al embarazo y al parto es lo que se conoce como tocofobia y suele causar:
- Ataques de ansiedad y miedos al parto.
- Depresión reactiva situacional.
La incidencia estimada de mujeres que padecen tocofobia oscila entre el 2% y el 15% y el miedo intenso al parto supone un 20% en las mujeres primerizas.
Tocofobia primaria y secundaria
La tocofobia es un trastorno aún no incluido en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) aunque el miedo al embarazo en psicología puede tener consecuencias relacionadas con cómo prepararse psicológicamente para el parto y cómo afrontarlo.
Podemos distinguir entre tocofobia primaria que se da cuando el miedo al parto, al dolor que supone (natural o por cesárea), se tiene incluso antes de la concepción. En cambio, hablamos de tocofobia secundaria cuando existe miedo al segundo parto y si aparece tras un evento traumático previo como puede ser:
- Duelo perinatal (aquel que se produce tras la pérdida de un bebé durante el embarazo, o en los momentos previos o posteriores al parto).
- Experiencias adversas en el parto.
- Intervenciones obstétricas invasivas.
- Parto prolongado y difícil.
- Cesáreas de urgencia por desprendimiento de placenta.
- Una experiencia de parto anterior donde se vivió violencia obstétrica y que puede provocar un trastorno de estrés postraumático o depresión posparto.
Causas y consecuencias de la tocofobia
Las causas del miedo al parto incluyen diversos factores, que pueden remontarse a la historia vital única de cada mujer. Habitualmente, la tocofobia se presenta en comorbilidad con otros trastornos de ansiedad, con los que comparte un patrón de pensamiento basado en la vulnerabilidad personal. En otras palabras, la mujer se representa a sí misma como un sujeto frágil, carente de los recursos necesarios para traer un bebé al mundo.
Otros factores desencadenantes pueden ser la desconfianza en el personal médico y las historias que cuentan quienes han experimentado un parto doloroso, lo que puede contribuir a desarrollar diversos miedos al parto y a creer que el dolor de este es intolerable. La percepción del dolor es otro factor desencadenante, pero hay que tener en cuenta que este es subjetivo y está influido por creencias y pensamientos culturales, cognitivo-emocionales, familiares e individuales.
Síntomas de la tocofobia
El miedo al parto de forma irracional puede reconocerse con síntomas específicos que incluso comprometen el bienestar de la mujer y su vida sexual. De hecho, hay quienes evitan o retrasan las relaciones sexuales después del parto por este problema.
La persona sentirá ansiedad en el embarazo, que puede manifestarse en ataques de pánico recurrentes, incluso en pensamientos como el del aborto voluntario, también tener preferencia por una cesárea aunque no lo indique el médico… Cuando el miedo al parto persiste durante este es muy probable que provoque tensión mental y muscular, lo cual aumenta la intensidad del dolor.
La función del dolor en el parto
Es importante subrayar que, en la naturaleza, el mensaje de dolor tiene una función protectora y de advertencia, requiere concentrarse en el propio cuerpo y detener cualquier otra actividad. A nivel fisiológico, el dolor del parto tiene la finalidad de dar a luz. Mientras que por un lado es similar a cualquier otro estímulo doloroso, funcionando precisamente como un mensaje, en otros aspectos es totalmente diferente. El dolor del parto (ya sea la primera o la segunda vez) tiene estas características:
- El mensaje transmitido no indica daño o disfunción. Es el único dolor en nuestras vidas que no es un síntoma de enfermedad, sino un signo de la progresión de un acontecimiento fisiológico.
- Es previsible y, por tanto, sus características y su evolución pueden preverse en la medida de lo posible.
- Es intermitente, comienza lentamente, alcanza su nivel máximo y luego disminuye gradualmente hasta detenerse.
¿Cuáles son los miedos al parto que tienen quienes sufren tocofobia?
El miedo a dar a luz por primera vez se asemeja a un trastorno fóbico, por lo que está relacionado principalmente con la forma en que la mujer imagina la experiencia del dolor durante el parto, que puede considerar intolerable.
Otro miedo común, en los casos de cesárea, es el miedo a morir a causa de la intervención; mientras que en quienes tienen miedo al parto natural encontramos, más a menudo, el temor a ser sometidas a procedimientos dolorosos por parte del personal sanitario.
El miedo al parto, cuando no es el primero por el que se va a pasar, suele ser un miedo de carácter postraumático. La mujer teme entonces que se repitan las experiencias negativas vividas con el primer embarazo, como puede ser la violencia obstétrica o la pérdida del bebé.
¿Cómo lidiar con el miedo al parto?
De todos los aspectos psicológicos del embarazo y la maternidad, la tocofobia puede convertirse en un problema incapacitante en la vida de una mujer. Superar el miedo al embarazo y el parto es posible, ya sea de forma autónoma o con la ayuda de un profesional, como un psicólogo online de Unobravo. He aquí algunos puntos que pueden ayudar a una mujer a sobrellevar el dolor y el momento del parto.
Sentir el aquí y ahora, con aceptación, sin ningún tipo de juicio o pensamiento que interfiera en la experiencia presente, permite vivir la vida plena y conscientemente, así como -en este caso- lograr como efecto secundario una sensación de calma y control sobre el dolor. Esta capacidad puede desarrollarse, por ejemplo, mediante la meditación o los ejercicios de atención plena para la ansiedad, que desarrollan una actitud psicológica y una forma de experimentar las sensaciones corporales sin juzgarlas.
Muy a menudo, el miedo al sufrimiento está ligado al miedo a lo desconocido. Para superar los miedos, la clave puede ser más información, mediante cursos prenatales y conversaciones con profesionales experimentados, como ginecólogos, matronas y psicólogos.
Tocofobia: cómo superarla con la ayuda de profesionales
Hablar del dolor permite tomar conciencia de los increíbles recursos que poseen el cuerpo y la mente, así como de gestionarlo y reducir o evitar la influencia negativa que puedan tener las "historias de parto" del entorno, desde las más dramáticas hasta las más cursis.
Las comadronas y el personal de ginecología desempeñan un papel importante en el proceso del parto, y si se establece una buena alianza entre ellos y la mujer embarazada, se crean unas mejores condiciones para una mayor tolerancia al dolor durante el parto.
Miedo al parto: cómo afrontarlo con terapia
Para que el miedo al parto no llegue a tocofobia, es fundamental dar voz a las propias emociones e inquietudes, tanto respecto al acontecimiento en sí como al embarazo y maternidad. Puede ser útil el apoyo psicológico y trabajar sentimientos, dudas y preocupaciones que, por muy grandes que sean, una vez expresadas se reducen considerablemente.
Es bueno tener en cuenta que, al igual que la serenidad de la madre se transmite al feto, también lo hace su ansiedad. Comunicarse, compartir y buscar junto a un profesional las condiciones que permitan vivir este momento con calma, parecen ser las bazas para favorecer el desarrollo de un embarazo sano, en el que también se preste atención a los mensajes del propio cuerpo y no solo a los del personal sanitario o un manual.
Es importante no temer la culpa o ser juzgada por ello. Una información adecuada y no dejarse influir por estereotipos, ideales o juicios ajenos pueden proteger del riesgo de tomar decisiones mal informadas y tener un parto difícil. Todavía existe desconocimiento a esta problemática, al igual que a la psicosis postparto y otros temas entorno al embarazo, el parto y la maternidad.