Para muchas personas el mar es ese lugar en el que relajarse, darse un chapuzón, incluso es sinónimo de vacaciones. Habrá quienes estén ya planificando una próxima escapada a la costa, mientras que para otras personas el mar representa un miedo insuperable, son personas que padecen talasofobia o fobia al mar. Hablamos de las causas, síntomas y cómo superar la talasofobia.
¿Qué es la talasofobia o fobia al mar?
La talasofobia, o thalassophobia, proviene del griego y está compuesta por la unión de dos conceptos “thalassa” que significa mar y “phobos”, que alude al miedo. Por tanto, el significado de talasofobia es tener miedo al mar, al océano, ¡ojo! no es fobia al agua, que en psiquiatría se define como acuafobia, ni tampoco hablamos de hidrofobia, que es tanto el miedo al agua como a los líquidos de forma general (suele darse a raíz de haber contraído el virus de la rabia). Repetimos: cuando hablamos de talasofobia hablamos del miedo al mar. Aclarado esto, quienes padecen fobia al mar tienen:
- Miedo a nadar e ir hacia lo lejos donde no se puede ver el fondo.
- Miedo a navegar.
- Miedo a la profundidad del agua en general, en el mar, en una piscina o en un lago.
- Miedo al mar abierto, al océano.
- Miedo al mar por la noche, en la oscuridad.
- Miedo a hacer apnea.
Además de la talasofobia, hay otras formas de fobia al mar:
- Cymophobia, miedo a las olas del mar, mares agitados y el mar en tormenta.
- Escopulofobia, miedo a las rocas sumergidas y a lo desconocido en el mar.
- Selacofobia, miedo a los tiburones (que una conocida película ha ayudado a fijar en el imaginario colectivo).
Mientras que la hidrofobia se trata con referencia a la enfermedad de la que deriva, es decir con prevención y vacunación, la fobia al agua y la fobia al mar pueden abordarse con ayuda psicológica.
Síntomas de la talasofobia
Los síntomas más comunes de la fobia al mar:
- mareo;
- dolor de cabeza;
- náuseas;
- taquicardia;
- ansiedad;
- ataques de pánico.
Algunos de estos sentimientos ya afloran con solo ver una extensión de agua, no solo de mar, sino también una piscina.
Causas de la fobia al mar
En el DSM-5, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, la talasofobia se clasifica dentro de los tipos de fobias específicas.
En este tipo, encontramos también otras fobias como la megalofobia (a objetos grandes) la hafefobia (al contacto físico), la emetofobia (a los vómitos), la entomofobia (a los insectos), la tanatofobia (el miedo a la muerte) la tocofobia (el miedo al embarazo y el parto), la agorafobia (miedo a los espacios abiertos), la amaxofobia, la acrofobia, la aracnofobia...
¿Qué tienen en común estas fobias? Según este estudio, las causas podrían ser genéticas en cierta medida, pero los motivos suelen estar más vinculados a experiencias (a veces, incluso traumáticas) vividas en la infancia o en determinados periodos de la vida. Por ejemplo, los padres que sufren ansiedad o talasofobia pueden transmitir a los niños el miedo al mar.
Cómo superar la talasofobia o el miedo al mar
¿Cómo se supera la fobia al mar? Una prueba para entender si sufres miedo al mar (en el grado de talasofobia) puede ser mirar fotos de las profundidades de este, del mar de noche, pero también de lagos (normalmente más turbios y por lo tanto aún más misteriosos).
Entre los posibles remedios para manejar la talasofobia está la correcta respiración. Aprender respiración diafragmática ayuda a regular la respiración y promueve un mayor sosiego pues ayuda a calmar la ansiedad y a rebajar ese estado (ansioso) que caracteriza a una fobia.
Otra manera de tratar la talasofobia es irse familiarizando poco a poco con el mar mediante una exposición gradual. ¿Cómo puedes hacerlo? Para empezar, elige lugares con aguas poco profundas y lo más claras posibles, quizás en compañía de una persona de confianza con buenas habilidades de natación.
Talasofobia: cómo superarla con terapia psicológica
Una fobia puede surgir por el miedo a perder el control. Para intentar identificar las causas de la fobia al mar, gestionar los síntomas y tratar de solucionarla, ir al psicólogo es sin duda una de las soluciones más eficaces.
Con la terapia cognitivo-conductual, la persona que padece talasofobia podrá rastrear los motivos que han desencadenado su miedo al mar, aprenderá a gestionar las ansiedades que le puede provocar y, con el tiempo, podrá volver a apreciar los beneficios del mar.