Ansiedad

Ansiedad nerviosa: una compañera incómoda en tu día a día

Ansiedad nerviosa: una compañera incómoda en tu día a día
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Redacción
Unobravo
PUBLICADO EL
29.5.2023

Quién no ha sentido alguna vez tal tensión nerviosa que parecía que el corazón se le iba a salir del pecho, o esa sensación de mariposas en el estómago, manos sudorosas y la mente inmersa en un bucle en torno a la misma idea.

Sentirse hecho un manojo de nervios es natural ante acontecimientos que consideramos importantes como, por ejemplo, una exposición oral, un examen, una prueba deportiva… pero si esa sensación de nerviosismo interno se presenta como una situación de amenaza o como un peligro real que amaga con arruinarnos cada momento, entonces quizás estamos hablando de la llamada “ansiedad nerviosa”

En este artículo, exploramos qué es la ansiedad nerviosa, las causas de ese nerviosismo constante, los síntomas de nervios y su tratamiento. ¿Preparado para descubrir cómo mejorar la ansiedad nerviosa y retomar el control de tus emociones?

¿Qué es la ansiedad nerviosa? “Estoy nervioso y no sé por qué”

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones estresantes o desafiantes, por eso puede que tengas la sensación de que tu sistema nervioso está alterado. Es fundamental comprender las causas de este estado de nerviosismo y aprender a controlar la ansiedad nerviosa para recuperar el bienestar psicológico. Sigue leyendo para descubrir por qué experimentas esta percepción constante de “siempre estoy nervioso y con ansiedad”.

La ansiedad nerviosa es un término coloquial utilizado para referirse a la ansiedad en general. De forma habitual se usa para hacer alusión a la sensación de nerviosismo, inquietud, angustia y preocupación con la que reacciona el organismo ante algunos acontecimientos. 

Sin embargo, para la psicología la ansiedad es una emoción que nos prepara para afrontar situaciones difíciles y se manifiesta tanto a nivel físico como mental (ansiedad adaptativa). Pero, ¿qué sucede cuando esa ansiedad aparece de forma repetida en nuestra vida y en situaciones cotidianas?

Imagina despertar cada mañana con esa sensación de nerviosismo interior y una inquietud persistente que se apodera de ti incluso cuando todo parece estar bien. Pues esto es lo que les sucede a quienes padecen ansiedad desadaptativa, que es la causante de ese malestar, preocupación constante y nerviosismo en el cuerpo, como ocurre en el trastorno de ansiedad generalizada o el trastorno obsesivo-compulsivo.

Aunque a esa relación de nervios y ansiedad se le llame familiarmente ansiedad nerviosa, hay que aclarar algunas de las diferencias entre nerviosismo y ansiedad.

nervios y ansiedad
Foto de Anna Shvets (Pexels)

Nervios y ansiedad

Nervios y ansiedad van de la mano, sin embargo, hay diferencias que, seguidamente, te vamos a aclarar.

El origen del nerviosismo suele ser identificable. Pongamos el ejemplo de una persona que ha preparado unas oposiciones y va a examinarse. Es normal que exclame “estoy muy nerviosa”, la oposición es lo que le causa nervios. En cambio, el origen de la ansiedad puede ser mucho más difuso. La persona siente miedo o una amenaza, pero probablemente no identifica su causa, por eso tiene esa impresión de “siempre estoy nerviosa y preocupada”. En el caso de la ansiedad el “nerviosismo” también tiende a ser más intenso. Por ejemplo, una persona quizás sí identifica la causa: tiene el examen de unas oposiciones, pero el miedo que le provoca la ansiedad es tan grande que puede no presentarse al examen.

Cuando se trata de nerviosismo, aunque una persona piense “me siento nerviosa por dentro” la causa es por un factor externo (las oposiciones, si continuamos con el ejemplo de antes). Sin embargo, si se trata de ansiedad el factor desencadenante no tiene por qué ser externo, puede ser por causas subyacentes. 

Otra de las diferencias importantes entre una crisis nerviosa y la ansiedad es que el nerviosismo tiene un tiempo limitado. Volviendo al ejemplo de la persona que oposita: tan pronto como la oposición haya finalizado, el estrés, la ansiedad (adaptativa) y los nervios desaparecerán . Sin embargo, cuando hablamos de ansiedad patológica hay una prolongación en el tiempo. 

Por último, una diferencia significativa radica en la intensidad de los síntomas. En el nerviosismo, la intensidad se ajusta a la situación desencadenante; sin embargo, en la ansiedad, los síntomas pueden ser desproporcionados y abarcar todo el cuerpo: taquicardia, tos nerviosa, temblores, boca seca, problemas para dormir, tensión muscular, dolores de cabeza, problemas estomacales… La ansiedad patológica también puede generar alteraciones en diversas áreas, como en el sistema nervioso autónomo. 

Un test puede ayudarte a identificar posibles síntomas de ansiedad.
*No tiene valor diagnóstico y no sustituye al diagnóstico de un profesional

Sistema nervioso y ansiedad: cómo afecta la ansiedad al sistema nervioso

¿Cómo se relacionan la ansiedad y el sistema nervioso? Cuando sentimos que estamos ante una situación amenazante, rápidamente se activa el sistema nervioso autónomo que tiene dos divisiones: el sistema simpático y parasimpático. Estos dos sistemas se encargan de activar y desactivar, respectivamente, la respuesta de ansiedad.

El sistema nervioso simpático es el responsable de darnos la energía necesaria para luchar o huir de una situación estresante. Produce muchas sensaciones que afectan a todo el cuerpo: 

  • Aumenta el ritmo cardíaco.
  • Dirige la sangre hacia los músculos principales.
  • Incrementa la respiración.
  • Hace sudar.
  • Dilata las pupilas.
  • Disminuye la salivación.
  • Genera tensión muscular.

El sistema parasimpático tiene la función opuesta: relajar el cuerpo y disminuir la frecuencia cardíaca. El equilibrio entre estos dos sistemas es importante para el bienestar de la persona, ya que cada uno tiene efectos contrarios y complementarios.

¿Recuerdas cuando al principio hablábamos de esa sensación de mariposas en el estómago, o nudo en el estómago? Pues bien, el sistema nervioso autónomo cuenta con otra subdivisión que es el sistema nervioso entérico, la parte encargada de regular las funciones vitales gastrointestinales. De ahí que sintamos mariposas en el estómago cuando estamos enamorados, o el estómago revuelto cuando tenemos nervios.

causas anisedad nerviosa
Foto de Rafael Barros (Pexels)

¿A qué se debe la ansiedad nerviosa?

¿Por qué se produce la ansiedad nerviosa? Las causas del trastorno de ansiedad no están muy claras, así que responder a la pregunta de qué provoca la ansiedad nerviosa no es fácil. Lo que sí se sabe es que hay factores de riesgo predisponentes y factores desencadenantes que hacen a unas personas más proclives que otras a padecer ansiedad.

Los factores de riesgo predisponentes son aquellos que hacen que algunas personas sean más propensas a la ansiedad. Por ejemplo:

  • Antecedentes familiares: el componente familiar puede predisponer (pero, ¡tranquilidad! que un progenitor padezca ansiedad no significa que sus hijos también).
  • El tipo de vínculo que se estableció con las personas cuidadoras (estilo de crianza autoritario o, por el contrario, sobreprotector).
  • Consumo de sustancias (entre los efectos de las drogas pueden estar las crisis de ansiedad nerviosa).

Factores desencadenantes más comunes como causa de ansiedad nerviosa:

  • Acumulación de estrés (por ejemplo, en eventos vitales importantes, como ocurre con la ansiedad en el embarazo)
  • Haber vivido un evento traumático.
  • La personalidad (la forma de ser de cada persona).

Síntomas de la ansiedad nerviosa

¿Qué siente una persona con ansiedad nerviosa? Como ya hemos ido viendo, principalmente, tensión, inquietud y un constante estado de alerta. Pero no todas las personas con ansiedad tienen por qué identificarse con todos los síntomas físicos, cognitivos o de conducta que la ansiedad produce. Habrá quienes se reconozcan en unos o en otros. 

A continuación, vemos algunos síntomas de ansiedad y nervios.

Aumento del ritmo cardíaco 

La persona siente taquicardia, es decir, que el corazón le va un poco o mucho más rápido de lo normal; también puede sentir palpitaciones. Este es uno de los principales síntomas, junto a la sensación de falta de aire y opresión en el pecho.

Sensación de agobio, intranquilidad, amenaza y peligro

Otros síntomas de nervios en el cuerpo pueden ser la sensación de inquietud, que las cosas agobien con mayor facilidad, sentir miedo a perder el control y temor de que las cosas puedan salir mal… En general, la persona genera pensamientos negativos y catastróficos. 

Sudoración

Otro síntoma de la ansiedad nerviosa o del nerviosismo es la sudoración. Sudar es la forma que nuestro cuerpo tiene de aliviar la tensión nerviosa que sentimos; sin embargo, el hecho de sudar y no poder controlarlo, puede generar mayor ansiedad.  

Problemas en el sistema digestivo

Uno de los grandes afectados por la ansiedad, sobre todo si se padece de ansiedad crónica, es el sistema digestivo (por eso hay personas que se quejan de sufrir ansiedad estomacal).

La ansiedad, una vez descartados otros problemas médicos, causa sensación de náuseas y vómitos, de digestiones pesadas y de ardor en el estómago. La gastritis nerviosa por ansiedad es un problema frecuente en el que la sintomatología no viene producida por bacterias, sino que es una respuesta del cuerpo al nerviosismo extremo y al estrés. 

La colitis nerviosa y la ansiedad también están relacionadas. Los síntomas de la colitis nerviosa, o síndrome del intestino irritable, son: dolor abdominal con diarrea, estreñimiento o ambos. Aunque la causa exacta se desconoce, los síntomas de la colitis nerviosa se asocian a los cambios de dieta (darse atracones o no tener apetito), estrés, ansiedad y depresión.

Problemas con el sueño

Uno de los síntomas neurológicos de la ansiedad nerviosa es el insomnio. Los síntomas de nerviosismo suelen dificultar conciliar el sueño o provocan despertares tempranos. 

Espasmos nerviosos por ansiedad y tics nerviosos

La ansiedad nerviosa también tiene síntomas físicos, como por ejemplo los tics nerviosos, que pueden ser motores o vocales. Los motores son parecidos a espasmos como, por ejemplo, pestañear mucho o sentir temblor en el labio inferior… Y los tics vocales hacen referencia a sonidos como, por ejemplo, carraspear, o la llamada tos nerviosa por ansiedad y la risa nerviosa, que no es una verdadera risa, sino una risa por ansiedad y tensión que acaba angustiando aún más a la persona ya que no la puede controlar. 

Tensión nerviosa y movimientos torpes

La ansiedad produce tensión muscular que puede provocar movimientos torpes en manos o piernas, de manera que sea más fácil tropezar o tirar algún objeto; también se puede tensar tanto la mandíbula que llegue a provocar bruxismo.

Si estás pasando por el mal trago de padecer esta sintomatología, es normal que te preguntes cuánto dura la ansiedad nerviosa. Lamentamos decirte que no hay una respuesta clara ni tiempos estándar que funcionen igual para todas las personas. Sin embargo, es posible aliviar la ansiedad nerviosa con apoyo psicológico. Por ejemplo, un psicólogo online de Unobravo puede explicarte cómo calmar la ansiedad y cómo controlar los nervios.  

tratamiento ansiedad nerviosa
Foto de Andrea Piacquadio (Pexels)

Ansiedad nerviosa: tratamiento

¿Cómo se cura la ansiedad nerviosa? Si bien no existe una varita mágica que consiga eliminar la ansiedad nerviosa, con tiempo y apoyo psicológico la mayoría de personas consiguen aprender a gestionarla.

Terapia para ansiedad nerviosa

Te recordamos que un psicólogo es quien puede hacer un diagnóstico (si buscas test para la ansiedad nerviosa en internet, debes tener en cuenta que son pruebas de evaluación personal, pero no instrumentos de diagnóstico).  Además, será un profesional de la psicología quien podrá recomendarte el tratamiento y el enfoque más adecuado (terapia cognitivo-conductual, terapia integradora o la que mejor se adapte a tu caso) y te brindará las herramientas con las que puedas “vencer” la ansiedad nerviosa.

Medicamentos para la ansiedad nerviosa

Si te preguntas qué tomar para la ansiedad nerviosa, es muy importante que siempre consultes con un médico. Los medicamentos para la ansiedad nerviosa, usualmente antidepresivos y ansiolíticos, deben tomarse bajo prescripción médica. De todos modos, por sí solos es posible que no funcionen y deban ir acompañados de terapia psicológica para determinar y tratar la causa subyacente.

Remedios naturales para la ansiedad nerviosa 

¿Sabes que hay algunos ejercicios para la ansiedad nerviosa que puedes hacer tú mismo? También existen algunos “remedios caseros” para la ansiedad nerviosa que puedes poner en práctica y ver cómo funcionan en tu caso.

Evita las distorsiones cognitivas

Ante un episodio de tensión nerviosa por ansiedad, nuestro cerebro tiende a interpretar la información de manera incorrecta. Tenemos pensamientos negativos e irracionales que nos hacen sentir aún peor “si algo malo puede pasar, seguramente pasará”. Cuando esto suceda, trata de no quedarte atrapado en esos pensamientos. En su lugar, intenta activar pensamientos positivos para contrarrestar la ansiedad. Por ejemplo, “esto son solo síntomas de ansiedad nerviosa y estrés, pero después me voy a sentir bien”.

Aprende técnicas de relajación 

Las técnicas de relajación pueden ayudarte a controlar la ansiedad nerviosa naturalmente. Aunque te parezca algo simple, las técnicas de respiración pausada o el entrenamiento autógeno, con la práctica, pueden hacer que cada vez te sea más fácil “combatir” la ansiedad nerviosa.

Haz actividad física a diario

El ejercicio ayuda a evitar la ansiedad nerviosa. Veinte minutos al día de actividad física es uno de los remedios naturales contra la ansiedad nerviosa que te puede resultar muy útil.

Mantén una dieta saludable 

Comer bien y de forma sana, evitando excitantes, también ayuda a controlar la ansiedad. 

Si pruebas estos remedios para la ansiedad pero ves que esta afecta tu día a día y te condiciona, recuerda que la psicología está para ayudarte. A veces, lo más difícil puede ser dar el primer paso, pero recuperar tu bienestar psicológico y volver a disfrutar de una vida más tranquila y plena, bien merece la pena que lo des, ¿no crees?

Bibliografia

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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