A algunas personas les habrá ocurrido tener unos padres sobreprotectores, o conocer a alguien que forme parte de una familia sobreprotectora. El comportamiento sobreprotector de algunos padres, aunque actúe de buena fe, corre el riesgo de penalizar a sus hijos, que también pueden sentir las consecuencias, por ejemplo desarrollando el síndrome del emperador y otros trastornos conductuales, y también problemas familiares y en la vida adulta.
Por supuesto, la paternidad no siempre es un camino fácil, y hay quienes pueden verse tan abrumados por las preocupaciones que se convierten en "padres helicóptero", expresión utilizada para describir el comportamiento de los padres y madres sobreprotectores en psicología.
Pero, ¿qué significa "padres helicóptero"? ¿Qué consecuencias psicológicas pueden tener en los hijos de padres sobreprotectores? Antes de profundizar en el tema y en el fenómeno parental de la sobrepaternidad, echemos un breve vistazo a los miedos de los padres.
¿Quién es el llamado padre helicóptero?
El significado de padre helicóptero procede de un modismo inglés utilizado por primera vez en el libro Parenting with Love and Logic: Teaching Children Responsibility (Ser padres con amor y lógica: enseñar a los niños a ser responsables), que contiene varias sugerencias para que los padres empoderen a sus hijos sin ejercer de fpadres helicóptero, es decir, sin comportarse como padres opresivos y posesivos.
El estilo parental sobreprotector puede reconocerse por la presencia de demandas constantes de información sobre la vida cotidiana y escolar, combinadas con intrusiones perseverantes que consisten en intervenciones directas para resolver los problemas de los niños, limitando su autonomía personal.
Al igual que el estilo autoritario, el estilo sobreprotector puede llevar a los niños a sentir que tienen que acatar normas muy estrictas, bajo el riguroso control de sus padres. Entre los ejemplos de comportamiento parental sobreprotector a continuación te presentamos los más comunes:
- con el fin de evitar la frustración en niños, complacer todos sus caprichos y así no oírlo llorar,
- realizar en su lugar actividades que el niño podría hacer de forma independiente (como atarse los zapatos o vestirse),
- limitar las actividades por miedo a que se haga daño,
- hablar o actuar en lugar del niño si éste tiene dificultades en una relación con un extraño (ejemplo clásico de cuando los padres sustituyen a sus hijos),
- intervenir con frecuencia en las decisiones de profesores y entrenadores.
Un nivel aún más intenso de sobreprotección parental se da en el "padre quitanieves" que, como una máquina quitanieves, elimina cualquier dificultad u obstáculo que surja en el camino vital del niño.
No es raro haber oído historias de padres sobreprotectores en situaciones como las mencionadas. Pero, ¿cómo crecen los niños con padres sobreprotectores? ¿Qué consecuencias tienen las preocupaciones de los padres en sus hijos? ¿Cómo podemos evitar convertirnos en padres helicóptero y quitanieves?
Padre helicóptero: consecuencias del comportamiento sobreprotector
Como figuras de apego primarias, los padres pueden influir en el crecimiento emocional de su hijo, que aprenderá así a interpretar el mundo que le rodea y a establecer relaciones.
Un estilo sobreprotector puede tener repercusiones importantes en la autoimagen, llevando al niño a presentarse como un individuo necesitado del prójimo, incompetente e incapaz de valerse por sí mismo. Desde la perspectiva de la psicología infantil, se ha observado que este tipo de crianza puede generar baja autoestima, trastornos de ansiedad, depresión y dependencia emocional en los niños.
Baja autoestima, trastornos de ansiedad y depresión y dependencia emocional son algunas de las consecuencias a las que puede conducir este estilo de crianza.
Según un estudio de 2017, los estudiantes universitarios con padres hipercontroladores reportaron niveles más altos de ansiedad y depresión y niveles más bajos de autoeficacia, con consecuencias negativas en el rendimiento académico, como lo demuestra el promedio de calificaciones y el ajuste social.
Un padre o una madre helicóptero experimenta preocupaciones que a menudo se convierten en miedos para sus hijos, porque hay procesos específicos que facilitan la transmisión de los miedos. Veámoslos con más detalle.
La transmisión de información
La transmisión de información negativa sobre un estímulo determinado por parte de los padres al niño crea una especie de "creencia negativa" que lleva al niño a temer el objeto en cuestión.
El niño por tanto, ante historias negativas expresadas por un adulto significativo, tenderá a experimentar una emoción de miedo ante aquellos contenidos presentados de forma aterradora.
El miedo de los padres
Las expresiones de miedo de los padres hacia un estímulo facilitan la aparición de una respuesta de miedo hacia el mismo objeto por parte de su hijo. Así, el niño, al ver al padre asustado ante un determinado objeto, tenderá a experimentar el mismo estado emocional y a replicar el mismo comportamiento, de hecho padres e hijos muestran niveles de miedo muy similares.
Gestión de conflictos en la familia
El contexto familiar influye en los miedos de los niños en función de la calidad de la relación entre los padres y de la calidad de las relaciones familiares. En particular, la calidad de la relación entre los padres influye en la relación entre padres e hijos cuando la pareja está inmersa en un conflicto.
En esta situación, los padres pueden ser menos capaces de satisfacer adecuadamente las necesidades del niño, por ejemplo cuando se desencadena una dinámica de triangulación familiar, en la que se pide al niño continuas pruebas de lealtad de un progenitor frente al otro.
La crianza sobreprotectora también puede tener consecuencias a largo plazo para los niños, al crear conflictos familiares que se mantienen en el tiempo como un problema entre padres e hijos.
¿Cómo mejorar el estilo parental limitando los comportamientos opresivos, demasiado posesivos e intrusivos?
Como hemos visto, entre las consecuencias del comportamiento de un padre o una madre sobreprotectores está la transmisión de miedos. Para evitar que los hijos adquieran los mismos miedos que sus padres, es importante que estos estén dispuestos a escuchar los temores de sus hijos y a que les ayuden a expresarlos.
Es importante que el progenitor ofrezca protección ante un estímulo atemorizante para el niño, y que sea capaz de ayudarle a afrontar los miedos de forma directa, ideando soluciones creativas de intervención.
Para ayudar a los hijos, es importante empezar por el bienestar personal de los padres: es crucial procesar las propias preocupaciones para actuar como guía de los hijos, hacerse cargo de sus miedos y enseñarles a afrontarlos.
Cuando las preocupaciones sobre los propios hijos se vuelven difíciles de gestionar, puede ser importante buscar la ayuda de un profesional de la salud mental para entender cómo procesar estos miedos.
Para intervenir en la dinámica de las familias sobreprotectoras, se puede recurrir a la terapia estratégica o la terapia familiar.
Ir a un psicólogo experimentado permitirá recibir el apoyo que más puede necesitar el progenitor sobreprotector, pero también los hijos de padres helicóptero, identificando el enfoque más eficaz para intervenir en el caso concreto.