Escuchar voces, percibir el mundo de forma diferente o evitar interacciones sociales son solo algunos de los síntomas de la esquizofrenia, un trastorno mental grave que hoy en día afecta a 24 millones de personas, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
La esquizofrenia, que viene del griego skhizo (dividir) y phren (mente), altera la manera en la que, quien la padece, piensa, siente y se comporta con respecto a su entorno. Uno de los miedos que experimentan las personas con esquizofrenia o sus familiares está relacionado con la idea de si es la esquizofrenia una enfermedad hereditaria.
Este componente hereditario es precisamente del que hablaremos en nuestro artículo de hoy. ¿La esquizofrenia es genética y hereditaria o se adquiere? Aunque la genética no es el único factor que influye en este padecimiento, juega un papel significativo en el aumento del riesgo de desarrollar la enfermedad.
¿La esquizofrenia es hereditaria o adquirida?
La pérdida del contacto con la realidad, que es una de las manifestaciones de la esquizofrenia, ocasiona la aparición de emociones negativas como la angustia. Vivir en este constante estado no solo afecta a la persona, sino también a quienes le rodean.
Y ya no solo se trata de la frustración que acarrea la enfermedad, sino también de la culpa de trastocar a los seres queridos y que, en caso de haber hijos, estos puedan desarrollar en un futuro la enfermedad. ¿Es hereditaria la esquizofrenia? ¡La genética no es el único factor que influye en este padecimiento!
El ambiente: un desencadenante de la esquizofrenia
La combinación del factor genético con el medio en el que se desarrolla una persona, así como las experiencias vividas, desempeñan un papel fundamental en la aparición de la esquizofrenia. El vivir en situación de pobreza o en constante estrés, miedo o peligro, aumentan las posibilidades. También se corre riesgo si antes de nacer se ha estado expuesto a virus o problemas nutricionales.
La forma del cerebro y su funcionamiento
El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo humano y, según algunas investigaciones, las personas con esquizofrenia podrían tener algunas áreas del cerebro de distinto tamaño.
Estas diferencias en la estructura cerebral pueden ocurrir incluso antes del nacimiento. Y es que durante la gestación, el futuro bebé sufre un complejo proceso en el que sus tejidos, órganos y sistemas van creciendo poco a poco. Por eso, es posible que las diferencias cerebrales puedan aparecer en este momento.
La comunicación entre las neuronas
¡Qué complejo es el cerebro! Tiene unas redes que permiten enviar mensajes al resto de órganos y sistemas del cuerpo humano. A estas redes se las conoce como neuronas, pero para que puedan comunicarse y enviarse mensajes deben existir neurotransmisores.
Los neurotransmisores son sustancias químicas, las cuales tienen una estrecha relación con la esquizofrenia. Si hay un cambio en el nivel de dos de los neurotransmisores más importantes del cerebro, dopamina y serotonina, la esquizofrenia podría aparecer.
Complicaciones en el embarazo y parto
Un parto prematuro, tener bajo peso al nacer o la asfixia del bebé durante la labor de parto son algunos de los riesgos que pueden alterar, de manera sutil, el desarrollo del cerebro y la aparición de la esquizofrenia en algún momento.
La esquizofrenia es hereditaria de padre a hijo, ¿sí o no?
La genética estudia cómo algunos rasgos se pasan de padres a hijos. Así, es posible que una persona tenga los ojos de su madre pero el cabello de su padre. Pero la genética va más allá: se pueden heredar los rasgos de los abuelos, bisabuelos y demás familiares.
Lo mismo ocurre con la esquizofrenia, pero no es una regla de oro. No existe un gen en concreto que haga que alguien padezca este trastorno mental grave, sino que hay varios genes que aumentan las posibilidades de que esto ocurra. Con todo, no importa si es el padre o la madre; ambos pueden transmitir los genes asociados a la esquizofrenia a sus hijos. La transmisión depende de la genética de cada progenitor, no de su género. Cualquier hijo de un padre que porte genes asociados a la esquizofrenia puede heredar esos genes. La herencia genética es aleatoria y puede afectar a cualquier descendiente.
La esquizofrenia paranoide es hereditaria, ¿verdad o mito?
Uno de los tipos de esquizofrenia es la paranoide o paranoica. Quien la padece se cree vigilado, perseguido o siente complejo de grandiosidad; incluso puede ser la mezcla de estas tres emociones.
Como ya comentamos, en ocasiones la esquizofrenia puede ser hereditaria, pero solo porque alguien en la familia la tenga no quiere decir que los demás también.
Sabemos que la esquizofrenia es heredable. Ahora bien, ¿la esquizofrenia es hereditaria de madre a hijos? No existe un gen en concreto, pero sí diferentes combinaciones que pueden generar solo cierta vulnerabilidad. El hecho de tener esta mezcla de genes no significa que alguien desarrolle esquizofrenia. ¿Por qué se dice que la esquizofrenia es hereditaria solo parcialmente?
Diversos estudios en gemelos idénticos, que comparten los mismos genes, demuestran que esta afección no es del todo hereditaria. Se sabe que si uno de ellos desarrolla esquizofrenia, el otro tendrá probabilidades de 1 a 2 de padecerla, incluso si viven separados. En el caso de los gemelos no idénticos, las probabilidades de heredar la esquizofrenia cambian de 1 a 8.
Entre los gemelos el riesgo es mayor, cosa que no ocurre con el resto de familiares, donde las estadísticas arrojan que hay de 1 a 100 posibilidades de padecer la enfermedad.
Esquizofrenia en la familia: probabilidades de heredarla
¿En qué porcentaje es hereditaria la esquizofrenia? Ya hemos comentado que la esquizofrenia no tiene un gen específico que ocasione que esta se transmita. Sin embargo, si hay algún caso en la familia, es perfectamente normal que surjan muchas preguntas, como por ejemplo, si la esquizofrenia es hereditaria de abuelos a nietos y cuáles son las probabilidades de desarrollar la enfermedad en el futuro.
Tener o haber tenido un abuelo con esquizofrenia no garantiza que sus nietos vayan a manifestar la enfermedad, aunque incrementa el riesgo comparado con la población general. Para una persona sin antecedentes familiares, el riesgo de heredar esquizofrenia es del 1%. Este riesgo aumenta con la presencia de casos familiares de la enfermedad, y varía significativamente según el grado de parentesco.
Cuando uno de los padres tiene esquizofrenia, el riesgo para sus hijos es aproximadamente del 10%. Si un hermano ha sido diagnosticado con esquizofrenia, el riesgo para los otros hermanos es de alrededor del 9%. ¿La esquizofrenia es hereditaria de tíos a sobrinos o entre primos? En este caso, el riesgo es generalmente más bajo, aproximadamente del 2% a 4%, dependiendo de la cantidad de genes compartidos y otros factores familiares.
Ahora bien, es importante comprender que estos porcentajes son aproximados y pueden variar según factores individuales y ambientales. Además, la esquizofrenia es una enfermedad multifactorial donde los factores genéticos interactúan con el entorno para influir en el riesgo de la enfermedad.
Causas genéticas de la esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno complejo con una base genética significativa. Las investigaciones han demostrado que aproximadamente el 80% de la susceptibilidad a desarrollar esquizofrenia puede atribuirse a factores genéticos. Esta predisposición genética implica que no se vincula a un único gen, sino más bien a una combinación de múltiples genes; esto es, en conjunto son factores genéticos que aumentan el riesgo de sufrir esquizofrenia.
En lo que respecta al origen genético de la esquizofrenia, estudios recientes han identificado ciertos genes que están asociados con un mayor riesgo de desarrollar esta condición. Por ejemplo, variaciones en los genes que afectan los sistemas de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina parecen jugar un papel crucial. La esquizofrenia también ha sido vinculada con alteraciones en genes relacionados con el desarrollo y la función sináptica del cerebro. Además, estudios genómicos amplios han sugerido que las variaciones en el número de copias de ciertos genes pueden contribuir al desarrollo de la esquizofrenia en algunas personas.
En conclusión, los factores genéticos son solo una parte de un complejo rompecabezas que es la esquizofrenia. Mientras que ciertos genes pueden aumentar la vulnerabilidad, es la interacción de estos genes con el entorno de un individuo lo que probablemente desencadena la aparición del trastorno.
Desencadenantes de la esquizofrenia
Como ya hemos visto, existen factores (genética, problemas al nacer, la forma del cerebro, etcétera) que vuelven a alguien más propenso a padecer esquizofrenia. Pero también hay desencadenantes que hacen que quien ya es vulnerable, termine por desarrollar la enfermedad por completo.
Desafortunadamente, estos desencadenantes están a la orden del día. Aquí encontramos al estrés, una de las afecciones más presentes en nuestros tiempos y que puede manifestarse de distintas maneras. Las personas con esquizofrenia pueden tener dificultades para expresar y percibir emociones, por lo que también manifiestan disfunciones emocionales y suelen experimentar un estado de ánimo negativo, que puede alterar de forma permanente y disfuncional su estado de ánimo (algunos estudios han demostrado una fuerte correlación entre la esquizofrenia y los trastornos del estado de ánimo, caracterizados ambos por la presencia de psicosis).
Las situaciones estresantes que disparan las posibilidades de activar la mezcla de genes de la esquizofrenia son el duelo, la pérdida de empleo o del hogar, el divorcio o fin de una relación amorosa y situaciones como el abuso físico, sexual o emocional.
El consumo de ciertas sustancias estupefacientes también es un desencadenante. Los efectos de las drogas como el cannabis, la cocaína, el LSD o las anfetaminas pueden ocasionar la aparición de los síntomas de la esquizofrenia en las personas que son vulnerables. La cocaína y las anfetaminas, por ejemplo, ocasionan algunos episodios psicóticos.
¿Cómo saber si tienes predisposición genética para sufrir esquizofrenia?
Llegados a este punto, es posible que te preguntes: ¿como saber si genéticamente soy portador de esquizofrenia? Para responder a esta pregunta, lo primero que hay que saber es cómo se hace un diagnostico genetico de la esquizofrenia.
Para determinar si tienes una predisposición genética para la esquizofrenia hay que considerar varios pasos, dada la complejidad del trastorno y el hecho de que no se relaciona con un único gen, como hemos visto, sino con una combinación de factores genéticos y ambientales.
Primero, una evaluación genética puede ser útil. Este estudio genético suele comenzar con un historial médico familiar detallado, donde se recoge información sobre cualquier caso de esquizofrenia o trastornos relacionados en la familia. Si hay una prevalencia significativa del trastorno en tu familia, esto podría indicar una posible predisposición genética.
Para un análisis más profundo, los test genéticos pueden identificar variaciones específicas asociadas con un mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia. Estos tests buscan ciertos marcadores genéticos conocidos por su asociación con el trastorno. Ahora bien, es importante destacar que tener estos marcadores no garantiza que una persona desarrollará esquizofrenia, sino que simplemente tiene un riesgo mayor comparado con la población general.
Además, debido a que la esquizofrenia es multifactorial, el diagnóstico genético no puede usarse solo para predecir con certeza si una persona desarrollará la enfermedad. Consultar con un genetista o un especialista en salud mental puede proporcionarte orientación y recomendaciones basadas en tu historial médico y familiar, y ayudarte a entender los posibles resultados y las limitaciones de los test genéticos.
Conclusiones
En resumen y para responder a la pregunta de si la esquizofrenia se hereda o no, el cóctel de genes que puede hacer que desarrolles esquizofrenia es inevitable. En cualquier caso, una vez diagnosticado el trastorno, un tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas antes de llegar a complicaciones más graves a largo plazo.
Lo que sí que puedes hacer es trabajar para aprender a regular las emociones negativas y conductas que disparan el gatillo de esta enfermedad y que, además, están muy presentes en el día a día.
Ir al psicólogo para ayudarte a lidiar con el estrés o la ansiedad, practicar actividad física, seguir una alimentación adecuada y evitar el consumo de sustancias nocivas puede contribuir a que la esquizofrenia no se desarrolle.