Trastornos mentales

Disociación: ¿desconectas de la realidad?

Disociación: ¿desconectas de la realidad?
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Redacción
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
Publicado el
3.5.2023
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¿Alguna vez has sentido que te desconectas de tu entorno o que estás tan ensimismado o ensimismada en tus pensamientos que has hecho alguna de tus tareas sin ni siquiera ser consciente? Esas conversaciones en las que estás, pero no estás, esas tareas rutinarias que haces como si fueras en modo “piloto automático”... Estos son solo algunos ejemplos de nuestra mente y su desconexión de la realidad. Estos ejemplos, en principio, no suponen ningún problema, pero sí nos sirven para empezar a entender de qué hablamos cuando hablamos de disociación en psicología.  

¿Cuándo empieza a ser un problema? Como veremos en este artículo, sucede cuando estos episodios de disociación son recurrentes, prolongados en el tiempo y suelen tener relación con situaciones que nos resultan conflictivas o con alguna experiencia traumática. Es entonces cuando hablamos de trastorno de disociación, y en ese caso se necesita de ayuda psicológica antes de pasar a mayores. 

Definición de disociación en psicología y tipos de trastorno de disociación

Son muchos los psicólogos y psiquiatras que a lo largo de los años han explicado el significado de disociación en psicología: Pierre Janet, Sigmund Freud, Myers, Janina Fisher… A continuación, explicamos qué es la disociación y cómo se siente.

Disociación, ¿qué es? 

Podemos decir que la disociación hace referencia a una desconexión entre la mente de una persona y la realidad de su momento presente. La persona se siente desconectada de sí misma, de sus pensamientos, emociones y acciones. A menudo, la disociación se describe como una sensación de estar en un estado de ensueño o de estar viendo las cosas desde lejos o desde fuera (es por eso que se habla de una “disociación cuerpo mente”).

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5) se define al trastorno disociativo como "una alteración de funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la percepción del entorno".

Según la Sociedad Internacional para el Estudio del Trauma y la Disociación (International Society for the Study of Trauma and Dissociation, ISSTD), la definición de disociación hace referencia a desconexión o falta de conexión entre elementos que habitualmente sí están asociados.

Cuando una persona presenta esta desconexión de forma prolongada y continuada, digamos esta disociación crónica, se dice que la persona presenta un trastorno disociativo.

En este contexto, ha surgido un fenómeno popular en internet conocido como "reality shifting", que consiste en intentar cambiar la propia conciencia hacia una realidad alternativa o deseada a través de técnicas de visualización y concentración. Aunque este fenómeno no es considerado un trastorno clínico, algunas personas lo describen como una forma de desconexión momentánea de su entorno actual, lo cual podría relacionarse con experiencias disociativas no patológicas.

disociacion emocional
Fotografía de Pexels

Tipos de trastorno de disociación 

¿Cuántos tipos de disociación existen? Según el DSM 5 hay cinco trastornos disociativos, de los cuales los tres primeros que enumeramos son los principales: 

  • Trastorno de identidad disociativo (TID):  antes era conocido como trastorno de la personalidad múltiple (TLP), hay quienes lo llaman disociación de personalidad múltiple. Dentro de los trastornos de la personalidad, este se caracteriza por ir “turnando” diferentes personalidades o identidades. Es decir, la persona puede tener la sensación de que hay varias personalidades dentro de ella misma. Un ejemplo popular que ha sido representado en el cine es la película Múltiple (Split, en inglés), donde se retrata a un personaje con múltiples personalidades que controla su comportamiento en diferentes momentos. Otro de los ejemplos de disociación más conocidos en el ámbito cultural es el del libro de Jeni Haynes, The Girl in the Green Dress, en el que explica que sufrió abuso infantil y disociación, llegando a desarrollar, según ella, hasta 2681 personalidades. Por último, otro ejemplo icónico en la cultura popular es el perfil psicológico de Joker, donde las múltiples facetas de su personalidad descontrolada y disociada han sido interpretadas en diversas películas y cómics. En definitiva, podríamos decir que el TID es la manifestación más grave y más crónica de la disociación Las personas con trastorno de identidad disociativo pueden presentar comorbilidad con alguno de los tipos de depresión que existen, la ansiedad etc.
  • Amnesia disociativa. La persona puede olvidar eventos importantes de su vida, incluyendo experiencias traumáticas (de ahí que los procesos disociativos estén muy relacionados con el trastorno por estrés postraumático) y este hecho no puede explicarse por ninguna otra enfermedad. Puede experimentarse la amnesia disociativa con la fuga disociativa: deambular aparentemente con un propósito.
  • Trastorno de despersonalización/desrealización. La persona tiene una sensación de desconexión o de estar fuera de sí misma. Sus acciones, sentimientos y pensamientos se ven desde cierta distancia, es como estar viendo una película (despersonalización). También es posible que el entorno se perciba distante, como un sueño en el que todo parece irreal (desrealización). Muchas personas se preguntan cuál es la diferencia entre despersonalización y disociación cuando en realidad, y como hemos visto, la despersonalización es un tipo de disociación. En lo que sí podemos hacer una diferencia es entre despersonalización y desrealización: la primera se refiere a sentirse observador de uno mismo y a estar separado del propio cuerpo, mientras que la desrealización se percibe el entorno como algo no real.
  • Otros trastornos disociativos especificados.
  • Trastornos disociativos no especificados.

Como decíamos al inicio, estos trastornos mentales, de forma habitual, aparecen después de algún hecho traumático. De hecho, hay algunos trastornos como el del estrés agudo o el trastorno por estrés postraumático que incluyen síntomas de la disociación como son la amnesia, los recuerdos a modo de flashback y la despersonalización/desrealización. 

¿Qué provoca la disociación? Causas y ejemplos de disociación

¿Qué provoca la disociación? La disociación funciona como un mecanismo adaptativo, según algunos expertos como un mecanismo de defensa, que ante una situación que nos sobrepasa, hace que nuestra mente se “desconecte” para en cierto modo reducir el dolor del momento y su impacto en nuestras emociones. Podríamos decir que actúa como protección emocional (al menos de forma temporal). La sensación de irrealidad típica de este trastorno también podría formar parte del espectro de la ansiedad.  

Veamos un ejemplo de disociación: imaginemos una persona que es superviviente de un terremoto, o un accidente, y ha sufrido de diversas heridas físicas, ¿qué hace la mente de esa persona? se “desconecta” del dolor, de las sensaciones que vive en su cuerpo, de todo el caos de su alrededor, para de este modo poder escapar, huir… La disociación, como vemos, también puede ser adaptativa, como reacción a una experiencia traumática. En este caso la disociación por estrés del momento, sirve a la persona para lidiar con la situación. 

Ejemplos de disociación como mecanismo de defensa:

Es importante tener en cuenta que la disociación es un síntoma complejo que puede tener múltiples causas, de todos modos, disociación y trauma suelen ir de la mano. De forma habitual un trastorno disociativo aparece como la reacción a un trauma y es una especie de “ayuda” para tener los malos recuerdos bajo control. Entre otras posibles causas también está el consumo de sustancias y que los efectos de las drogas puedan causar disociación. 

La disociación puede ser también un síntoma de otros trastornos clínicos como el ya mencionado trastorno de estrés postraumático, el trastorno límite de la personalidad (TLP), el trastorno bipolar, la esquizofrenia, e incluso trastornos de la conducta alimentaria y el trastorno de ansiedad.

Disociación y ansiedad

Aunque el trastorno de disociación es un trastorno como tal, según el DSM 5, también puede aparecer como síntoma asociado a un cuadro clínico de ansiedad. 

Sí, ansiedad y disociación pueden estar relacionadas. La ansiedad puede generar la sensación de irrealidad que se produce con la disociación, y es que la mente, ante los picos elevados de ansiedad, puede producir la disociación como mecanismo de defensa (podríamos decir que se trata de una forma de disociación de las emociones, de separarse de ellas). 

Por tanto, durante una crisis de disociación podrían aparecer algunos signos físicos típicos de la ansiedad, como por ejemplo: sudoración, temblores, náuseas, agitación, nerviosismo, tensión muscular…

disociacion de la realidad
Fotografía de Unsplash

Síntomas de disociación

Dependiendo del tipo de trastorno de disociación los síntomas varían. Si hablamos de una forma genérica, entre los síntomas de la disociación encontramos

  • Sensación de estar separado de tu persona, tu cuerpo y tus emociones.
  • Pérdida de memoria de algunos hechos, de algunas etapas… 
  • Percepción del entorno como irreal, distorsionado o borroso.
  • Sentir que se pierde el contacto con los acontecimientos que ocurren a su alrededor, similar a soñar despierto.
  • Sentirse insensible o distante de sí mismo y de lo que le rodea.
  • Estrés, ansiedad, depresión… 

Existen diversos test para detectar y cribar este trastorno. Uno de los más conocidos test para la disociación es la Escala DES-II (Dissociative Experiences Scale) o Escala de Experiencias Disociativas, de Carlson y Putnam. Su objetivo es la evaluación de las posibles disrupciones o fallos en la memoria, conciencia, identidad y/o percepción del paciente. Este test de disociación consta de 28 preguntas a las que hay que responder con alternativas de frecuencia.

Este test no es un instrumento para el diagnóstico, sino para la detección y cribado y no sustituye en ningún caso una valoración formal realizada por un profesional cualificado. 

Cómo tratar la disociación

¿Cómo trabajar la disociación? Una de las principales barreras para ir al psicólogo es que conlleva “abrir la caja de Pandora” (ya hemos visto por qué se produce la disociación, de forma habitual por eventos traumáticos), sin embargo, invertir en nuestro autocuidado y recuperar nuestro bienestar psicológico es importante para poder ganar en calidad de vida y calmar la ansiedad que todas nuestras inquietudes o trastornos nos pueden ocasionar. 

A continuación, te explicamos cómo tratar la disociación con terapia psicológica. Una de las técnicas que da buenos resultados para ayudar a la mente de la persona a superar la disociación es reprocesar los hechos que le han producido es Eye Movement Desensitization and Reprocessing (EMDR). El tratamiento de la disociación con EMDR se centra en el recuerdo de la experiencia que ha provocado la disociación, es decir, trata el recuerdo traumático a través de estimulación bilateral (facilita la conexión entre los dos hemisferios cerebrales para lograr disminuir la carga emocional y así procesar mejor la información).

¿Cómo superar la disociación con otras técnicas? Otros enfoques terapéuticos efectivos para el tratamiento para la disociación de la mente, que puedes encontrar entre los psicólogos online de Unobravo, son la terapia cognitivo-conductual y la terapia psicodinámica

En cualquier caso, si crees que puedes estar experimentando este tipo de problema y si buscas cómo curar la disociación es conveniente acudir a un psicólogo que pueda hacer un diagnóstico e indicar el mejor tratamiento para la disociación. Es importante trabajar en este hecho para poder integrar las experiencias negativas del pasado en la vida cotidiana dentro de una narrativa coherente en la que la conciencia de lo sucedido siga siendo un recuerdo que no genere la reactivación del trauma.

Bibliografia
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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