Trastornos mentales
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Síndrome hikikomori, el aislamiento social voluntario

Síndrome hikikomori, el aislamiento social voluntario
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Daniela Lombardo
Redacción
Psicoterapeuta con orientación Sistémica-Relacional
Unobravo
PUBLICADO EL
2.3.2023

Aislarse socialmente. No salir de casa, o incluso permanecer en una habitación y salir para lo imprescindible, como ir al baño. Dejar de lado compromisos sociales con amistades, familia…No acudir a la escuela ni al trabajo. No hablamos del confinamiento que vivimos por la pandemia ni de la trama del último estreno de Netflix. Hablamos del síndrome de hikikomori o aislamiento social voluntario

Aunque se describió por primera vez en Japón, no está vinculado únicamente a la cultura japonesa. Hay casos de hikikomori en Italia, India, Estados Unidos... y sí, también en España, aunque aquí también se le conoce como síndrome de la puerta cerrada

Sigue leyendo para descubrir más, porque en este artículo tratamos de arrojar algo de luz a las causas del síndrome hikikomori, sus síntomas, consecuencias, qué se puede hacer y qué se sabe del síndrome de la puerta cerrada en nuestro país.  

El psiquiatra japonés Tamaki Saito se refirió a este trastorno por primera vez en 1998 en su libro Sakateki hikikomori, una adolescencia sin fin. En aquel primer momento, lo definió así:

“Aquellos que se retiran completamente de la sociedad y permanecen en sus propias casas durante un periodo mayor a 6 meses, con un inicio en la última mitad de los 20 años y para quienes esta condición no se explica mejor por otro trastorno psiquiátrico”.

sindrome hikikomori o sindrome de la puerta cerrada
Foto de Elderly Person (Pexels)

‍Hikikomori: de problema japonés a problema global

¿Por qué un problema japonés? La conducta de aislamiento social en Japón ha sido desencadenada por la importancia de dos factores. En primer lugar, la presión en las escuelas: su estricta educación con una uniformidad psicológica y mucho control por parte del profesorado (parte del alumnado siente que no se encaja y opta por quedarse en casa y gradualmente distanciarse de la convivencia social). En segundo lugar, la falta de recompensas al esfuerzo a la hora de incorporarse al mundo laboral que sufre de falta de oportunidades.

En 2010 se publicó una investigación que señalaba la prevalencia del fenómeno hikikomori en el 1,2% de la población japonesa. En 2016, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón publicó los resultados de la encuesta La Vida de los Jóvenes, que incluyó a personas entre los 15 y los 39 años. A raíz de esta encuesta, el gobierno japonés reconoció la necesidad de crear mecanismos para apoyar a la juventud afectada. Además, informó de la necesidad de continuar con estos estudios para identificar los factores que impactan directamente en el comportamiento. La encuesta no manifestaba únicamente que ser un hikikomori no es solo un tema de salud mental, sino que asume que el ambiente social es un factor que también puede influir en estas conductas.

Aunque en un principio se pensó que era una problemática asociada a la cultura japonesa, pronto se reportaron casos en otros países.

¿Cómo es la juventud hikikomori?

Las personas hikikomori experimentan un aislamiento social voluntario para escapar de todas las dinámicas sociales que les causan presión. 

Lo que en España se conoce como el síndrome de la puerta cerrada se da sobre todo a partir de los 14 años, aunque tiende fácilmente a convertirse en crónico y, por ello, también hay casos de personas hikikomori adultas.

Varios estudios demuestran que los chicos son más propensos a encerrarse en sí mismos y "aislarse del mundo" que las chicas, con una proporción de hasta 4:1.

Las posibles causas del síndrome de hikikomori

Como hemos visto, el síndrome hikikomori y adolescencia parecen ir de la mano, pero, ¿por qué? Podemos simplificar las causas en tres categorías:

  • individual;
  • familiar;
  • social.

En referencia a los aspectos individuales, las personas hikikomori parecen estar ligadas a la introversión, pueden experimentar vergüenza y miedo a no estar a la altura en las relaciones sociales, probablemente como consecuencia de una baja autoestima.

Los factores familiares que destacan entre las causas de retiro voluntario son variados. En la adolescencia, la relación conflictiva con los padres puede ser frecuente pero, en el caso de una persona hikikomori las causas pueden estar ligadas, por ejemplo:

  • Tipo de apego (en la mayoría de los casos se trata de un apego inseguro ambivalente).
  • Familiaridad con trastornos mentales.
  • Dinámica familiar disfuncional como mala comunicación o falta de empatía de los padres hacia el hijo (conflictos familiares sin resolver).
  • Maltrato o abuso familiar.

A las dificultades que surgen de estos elementos se suman las provocadas por el contexto social, entre ellas:

  • Los cambios económicos.
  • Mayor soledad colectiva provocada por el abuso de las nuevas tecnologías. (Aunque no es la razón por la que las personas deciden aislarse en casa, pero se lo pone más fácil a quienes muestran predisposición a padecer este síndrome).
  • Las experiencias traumáticas provocadas por episodios de acoso escolar.

Síntomas del síndrome de hikikomori, ¿cómo reconocerlos?

Los síntomas que experimentan las personas hikikomori se manifiestan de forma gradual y a medida que el problema avanza se agravan o se hacen más evidentes. Estos síntomas pueden ser:

  • Aislarse o confinarse voluntariamente.
  • Encerrarse en un cuarto o habitación concreta de la casa.
  • Evitar cualquier acto que implique relacionarse en persona.
  • Dormir por el día.
  • Descuidar la salud y la higiene personal.
  • Utilizar redes sociales u otros medios digitales a modo de vida social.
  • Manifestar dificultades de expresión verbal. 
  • Reaccionar de forma desproporcionada o incluso agresiva cuando se les cuestiona. 

El aislamiento social, no querer salir de casa (y a veces ni siquiera de la propia habitación) conduce a la apatía, a poder sufrir ataques de ansiedad, a sentirse solo, a no tener amigos, a ser propenso a los ataques de ira y a desarrollar adicción a las redes sociales y a internet, como subraya una investigación realizada por un equipo de académicos japoneses en la que señalan que:

"A medida que se popularizan las plataformas sociales, las personas están más conectadas a internet y el tiempo que pasan con otras personas en el mundo real sigue disminuyendo. Los varones suelen aislarse de la comunidad social para dedicarse a los juegos online, mientras que las mujeres utilizan internet para evitar ser excluidas de sus comunicaciones online."

aislamiento social hikikomori
Foto Cottonbro Studio (Pexels)

Las consecuencias del aislamiento social voluntario

Las consecuencias del síndrome hikikomori pueden afectar enormemente la adolescencia de quienes lo sufren. No querer salir de casa puede provocar: 

  • Inversión del sueño-vigilia y trastornos del sueño.
  • Depresión. 
  • Fobia social u otros trastornos de ansiedad.
  • El desarrollo de una adicción patológica, como la adicción a las redes sociales.

La adicción a internet y el aislamiento social están estrechamente relacionados, pero debemos recordar que la adicción a internet es una patología en sí misma y no todas las personas que la padecen se convierten en hikikomori.

La patología del hikikomori: el diagnóstico diferencial

En psicología, el síndrome hikikomori sigue siendo objeto de estudio y presenta algunas dudas en cuanto a su clasificación. A partir de la revisión realizada por el psiquiatra A. R. Teo, que ha analizado numerosos estudios sobre el tema, surgen algunos elementos interesantes como el diagnóstico diferencial para el síndrome de aislamiento voluntario:

"La principal característica del hikikomori es el retraimiento o aislamiento social. Esto, en sí mismo, tiene obviamente un amplio diagnóstico diferencial: enfermedades psicóticas como la esquizofrenia; trastornos de ansiedad como el trastorno de estrés postraumático o el trastorno de ansiedad social; trastorno depresivo mayor u otros trastornos del estado de ánimo; y trastornos de personalidad, como el trastorno esquizoide de la personalidad o el trastorno de la personalidad por evitación, son algunas de las muchas consideraciones."

Aislamiento social y Covid-19: ¿qué relación hay?

La ansiedad social provocada por el confinamiento ha causado numerosas consecuencias en el bienestar psicológico de las personas y, en algunos casos, ha fomentado distintos tipos de depresión, síndrome de la cabaña, claustrofobia, aislamiento social... Pero el aislamiento vivido para frenar la propagación del coronavirus y los síntomas del hikikomori presentan una diferencia que no hay que olvidar: la que existe entre el aislamiento obligado, por causa de fuerza mayor, y el aislamiento deseado, buscado y mantenido.

Quienes se vieron confinados por la pandemia experimentaron a menudo ansiedad junto a la sensación de soledad física; sin embargo, el síndrome hikikomori es más bien un aislamiento psicológico, una sensación de falta de reconocimiento o aceptación por parte del mundo exterior por ser quien se es.

síndrome de la puerta cerrada
Foto de Julia M Cameron (Pexels)

Aislamiento social y síndrome de hikikomori en España 

Parece que del síndrome hikikomori en España, o síndrome de la puerta cerrada, se sabe todavía poco.

Hace unos años, el Hospital del Mar de Barcelona creó un servicio de atención domiciliaria para personas con trastornos mentales graves y fue así como logró identificar alrededor de 200 personas con hikikomori en la ciudad de Barcelona. ¿Cuál es el principal problema en nuestro país? La detección y la falta de atención domiciliaria.

Un estudio sobre el síndrome en España, realizado en un total de 164 casos, concluyó que los hikikomori eran predominantemente hombres jóvenes, con una edad media de inicio de hikikomori de 40 años y un período medio de aislamiento social de tres años. Solo tres personas no tenían síntomas sugestivos de trastorno mental. La psicosis y la ansiedad fueron los trastornos comórbidos más frecuentes. 

Síndrome de hikikomori y terapia psicológica

¿Cuáles son los remedios para el aislamiento social? ¿Y cómo ayudar a un hikikomori

La psicología acude al rescate de las personas tanto si se trata de una experiencia en primera persona (aunque un hikikomori rara vez acudirá a un psicólogo) como si se necesita apoyo para la familia, que a menudo no sabe cómo tratar a un hijo diagnosticado de hikikomori.

Una de las ventajas de la psicología online es no tener que salir de casa para ponerse en tratamiento, lo cual es útil en estos casos en los que dar el primer paso para salir del aislamiento social y físico es todo un reto. Otra alternativa puede ser un psicólogo a domicilio.

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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